tag:blogger.com,1999:blog-80252004205092423742024-02-02T01:27:22.261-08:00The Dreamers.María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.comBlogger20125tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-27776521066640451012013-01-10T22:14:00.002-08:002013-01-10T22:14:38.939-08:00Capítulo catorce.<br />
<i>Crece.</i><br />
<br />
<br />
<b>Dos meses:</b> cambios en el cuerpo de Gael, hormonas que conmutan, embrión que toma forma humana; felicidad para muchos.<br />
<br />
A pequeños pasos, el vientre de Gael, crecía. Todas las madrugadas se despertaba a causa de una terrible molestia en su garganta, cuya quemaba sus cuerdas vocales e insistían en querer salir disparadas. Las nauseas eran cotidianas, agobiantes y dolorosas. La fuerza que Gael hacía para poder desechar todo aquel ácido estomacal y ese poco de bilis, provocaban que se le notase la vena subclavia, marcando la vena yugular interna, y haciéndole sentir un gran dolor en el pecho y vena tiroidea. Lo que provocaba que se tomara rápidamente del pecho, por falta de aire y esa típica sensación de poder llegar a morir. Nunca faltaban las lágrimas, y las preocupaciones de Zayn. Este siempre esperaba detrás de la puerta a brazos cruzados y con el entrecejo afligido. Últimamente -según Gael y Harry-, él había estado muy remoto e infrecuente. Sólo uno de ellos sabía de qué se trataba, Zayn tenía algo bajo la manga. Liam estaba contento por aquello. Liam, quién dentro de unas semanas haría un viaje a hacia Paris con su amada Danielle. Hubieron varios cambios, como por ejemplo: Harry salía a tomar caros tragos por la noche y, si existía tal oportunidad, una bonita muchacha marchaba a pasos de tacón detrás de sus mocasines de señor hasta su habitación en aquella gran casona que compartía con sus camaradas, tres mujeres y un futuro bebé. Las mujeres, de las cuales la más preocupada se podía percibir, era Gael, y era muy normal por sus hormonas y su quinto sentido: el de madre metódica. Sentía que Harry corría cierto riesgo moral y emocional, sin embargo, mucho no podía hacer, ya que Harry solía comportarse como un bastardo desde aquella vez en la que esa ''dulce'' chica lo desterró por siempre a la oportunidad de poder dar un paso a su mundo de niña egocéntrica, algo que realmente destruyó las ilusiones de un nuevo futuro para Harry. Pero Harry fue ciego, no se había dado cuenta de aquello, o simplemente no quería darse cuenta de eso. Quizás, lo único que quería, era un poco de amor de alguien que no era correspondido, absolutamente para nada correspondido.<br />Louis y Eleanor habían estado buscando por las, aún, frías calles de Londres un sutil apartamento cerca de sus trabajos y de la Gran Casona, como ya la habían apodado entre todos. Estaban felices, casi que comían perdices. Pero sentían que algo les faltaría; Eleanor lo había descubierto un día mientras sus lágrimas caían sobre el cuchillo, producto de cortar cebollas, y eso se debía a que la ausencia física de todos esos lunáticos dos mujeres y un futuro bebé, iba a ser muy notorio. Iría a extrañar los silbidos de Niall cuando buscaba comida en la alacena o el refrigerador, el silencio de Gael leyendo pero sus ruidos al rascarse un ojo o la nariz, la obsesión de Zayn por su cabello, el sonido de dos pies arrastrándose consecuencia de un Harry pasado de copas y bajo los brazos de la resaca, el calor que el cuerpo de Liam le enviaba en las noches heladas cuando se sentaban juntos a ver una película en la sala de estar, y por su puesto, las caricias francas y dulces de Danielle cada vez que ella no podía despertar en las mañanas para concurrir al trabajo. Iría a extrañar mucho cada pequeña cosas de cada uno de ellos; iría a ser inevitable. En cambio, Louis, estaba más ansioso, no tan melancólico. Ya era un tipo grande -viejo, según él mismo- y tenía que independizarse de una vez por todas del lazo fraternal que lo une a él con todos aquellos cuerpos alegres y danzantes, e independizarse de una vez por todas, finalmente. Gael estaba bastante triste por ello, y allí se lenoaba su sexto sentido: el de madre nostálgica.<br />Niall había cambiado un poco sus hábitos alimenticios y mantenía una saludable relación con Julia, quien da la casualidad de que era una chica de boca grade, lo que significa que, al igual que Niall, comen sin interrupciones. Todos aprobaron su relación. Además, Julia es una chica llana, clara, y cuando aparece en cualquier habitación, una luz se enciende con ella, eso da a entender que es muy lúcida y su porte en alto demuestra confianza, mucha confianza, de la cual espera que Niall se contagiase. Al principio, Gael se había comportado un poco extraña, los celos la invadían, y allí aparecía su séptimo sentido: el de madre posesiva. Pero se encontraba muy feliz por el hecho de que, Niall, finalmente haya encontrado a alguien tan indicado para él. Nunca le gustó que estuviese sólo, la soledad es buena en ocasiones, sirve para pensar, meditar y disfrutar del tiempo de ocio, cuando se es joven, pero con el paso del tiempo, el individuo, inconscientemente comienza a pensar en sentar cabeza... Y claramente era eso lo que le estaba ocurriendo al gran niño Niall.<br />
<br />
Zayn sostenía el cabello de Gael con cuidado, de esta forma ella no lo estropearía con su propia regurgitación. Gael cerraba los ojos, y cada vez que ella los cerraba, Zayn le acariciaba las sienes y con otra mano le frotaba suavemente el pecho. Se veía muy preocupado, como todo padre primerizo. Las visitas a la Clínica eran frecuentes, parecían preocupantes para sus amigos, pero siempre se enteraban de que en realidad no era nada, un simple control para cuidados del embrión y la madre. Los doctores detectaron una gran mancha negra en Gael; en sus pulmones. Esas ganas de toser jamas se le iban, a veces parecía que iba a mejorar, y lo hacía, pero luego, todo se desbordaba y muchas veces le salía flema con humor, y demasiada amargura. Eso la tenía preocupada, y estaba segura, al igual que su pediatra y doctores, que se debía a su adicción a la nicotina. En el embarazo, claramente, no la consumía. Perjudicaría la saludad del niño y no sería alguien sano en su futuro.<br />Las nauseas cesaron, al fin.<br />Gael apoyó sus codos sobre el borde de la taza del inodoro y tomó su cabeza entre sus manos. Luego, muy lentamente, se limpió los restos de sus labios con el dorso de su mano, y segundos después comenzó a toser. Se tomó del pecho y se incorporí del suelo.<br />- ¿Te sientes mejor? -le preguntó Zayn, al mismo tiempo que la sujetaba por los brazos.<br />- Sí, un poco -hubo una pausa-. Bastante.<br />
- Me preocupa que tosas tanto. Dime, ¿cómo vas con eso? ¿Lo ha hablado con los doctores? ¿Que toas demasiado afecta al bebé? -preguntó rápidamente, una pregunta tras otra.<br />Gael sonreía con un brillo espontáneo en sus ojos.<br />- Despreocupate, cariño -le dijo.<br />
Estuvo a punto de tocar la cara de Zayn, pero recordó que esta estaba sucia.<br />
- Antes de tocarte me debo lavar las manos -rió.<br />
- Tu no debes preocuparte por eso.<br />
- Es asqueroso -apuntó, al tiempo remojaba sus manos en jabón y agua.<br />
Zayn suspiró, y Gael vio una dócil sonrisa a través del espejo.<br />
Al terminar Gael de asearse, decidieron bajar. Zayn planeaba ir al jardín a ayudar a Louis con la jardinería y el cuidado de las miles de plantas y flores, se estaban muriendo por el frío. Ese comenzaba a ser uno de los inviernos más gélidos de todos los tiempos en sus aún cortas existencias; tan frío que hasta hubiese podido haber roto huesos. Pero no lo había hecho, todavía.<br />Gael estaba en la cocina, conversando con Niall.<br />- Debo confesarte algo, G -comentó súbitamente en el medio de una gran creación: un sándwich de pechuga de pollo con salsa picante; se lo notaba algo preocupado, a Niall, no al sándwich.<br />- ¿Qué sucede, amor mío? -preguntó, ahora preocupada.<br />- Es difícil como para poder decirlo así como así -explicó, mientras se snetaba a un lado de ella.<br />- Dímelo con paciencia y lentitud, te sabré entender -dijo ella, dulcemente.<br />- Tu voz resuena como un eco pacífico en mis oídos -se expresó, algo distraído-. En fin -tomó una bocanada de aire junto a un poco de ese emparedado de puro sabor-. Es que -tragó-, es un poco, bastante... Ammm... ¿A qué edad perdiste la virginidad?<br />
Gael abrió un poco los ojos y luego miró a la nada; estaba pensando.<br />- A los diecisiete, con Zayn -sonrió estremecida al recordarlo.<br />- Oh, vaya -miró el emparedado.<br />Gael sintió un cosulleo en su nuca, por lo que realizó:<br />
- ¿Aún eres virgen, Niall?<br />Niall se atragantó con un pedazo de pechuga.<br />- ¿Qué? -río nerviosamente- Claro que no so..y vir...g... -no podía hablar, <i>esa</i> mirada que Gael le daba era como para dejar las mentiras de lado-. Sí, soy virgen -se confesó, utilizando sus manos como un santuario privado lejos de los bullicios ajenos.<br />- No está mal, Niall -dijo Gael, sobándose el vientre-. Dicen que no hay que saltar etapas; yo salté muchas y ahora me tendré que hacer adulta rápidamente. Cada uno lo decide, o le va de una manera diferente -paréntesis-. A mi de esta -señaló su vientre-, y a ti de esa -lo miró a los ojos, muy profundamente.<br />
- No me mires así, me intimidas -se zambulló lo poco que le quedaba de ese emparedado-. Por cierto, sólo tu lo sabes.<br />
<br />
Gael y Niall se encontraban en una farmacia. Niall estaba cubierto, completamente cubierto, temía encontrarse con algún colega del trabajo en el momento de elegir un preservativo para luego utilizarlo en pleno acto del coito con Julia. ¡Qué vergüenza! Gael estaba parada detrás de la góndola dos, mirando algunos objetos que se utilizan cuando se tiene un bebé o cuando se está esperando uno. Mientas tanto, no desaprovechaba el momento para echarle una mirada a Niall, a sus inquietudes y su desasosiego por llegar a ser descubierto por alguien conocido. Las probabilidades de que aquello ocurriera eran pocas, por lo que Gael estaba tranquila acerca de eso.<br />La campanila del local sonó con fuerza, y Gael y Niall giraron a ver de quién se trataba. Ninguno de los dos creía lo que veían: era Harry entrando por la puerta. Niall le pudo haber dicho que sí, que es noche la pasaría con Jualia, pero no, lo primero que atinó a decir fue:<br />
- ¿Me podría dar algo para los dolores de cabeza? -dirigiéndose al farmacéutico.<br />
Harry lo observó con medio sonrisa.<br />- ¿Y tu qué haces aquí, cielo? -preguntó Harry a Gael.<br />- Lo acompaño; en el camino venía tambaleándose -mintió.<br />Niall la miró de soslayo.<br />
- ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? -le preguntó Gael a Harry.<br />- Vengo por unos... ''sombreros'' -dijo con sus dedos formando unas comillas.<br />Gael comprendió al instante, y Niall igual.<br />- Oh, ya veo -rió.<br />Harry rió; Niall rió; el farmacéutico los observó detrás de sus bajos lentes con una mirada retórica.<br />Entonces Niall tomó eso como una oportunidad para poder elegir al mismo tiempo que Harry elegía unos para él, ya que no sabía nada sobre el tema.<br />- Bien, ya que estamos aquí, puedo comprar unos ''sombreros'' -comentó Niall.<br />
- Los pago yo -dijo Harry.<br />
- No, está bien - Niall El Modesto.<br />
- Insisto, amigo -señaló Harry, colocando su mano sobre el hombro de Niall.<br />- Bien -sonrió satisfecho.<br />- Aquí tiene su migral, jóven -interrumpió el farmacéutico.<br />Gael tomó la caja por Niall y también pagó por ello.<br />- Veo que estoy de suerte -comentó Niall, con sarcasmo.<br />- Lo lamento; eres irresistible -dijo con una gran sonrisa.<br />
- Es cierto, lo eres. Grr -Harry El Cómico.<br />- Sí, por su puesto - hechó su imaginaria melena hacia atrás y parpadeó un par de veces.<br />
El farmacéutico rodó los ojos; soberbio.<br />- Muchacho, dígame, ¿qué se le ofrece? -preguntó Harry.<br />
El farmacéutico entrelazó sus manos y las colocó sobre el mostrador de cristal.<br />
- Condones -dijo.<br />
- ¿De qué marca?<br />
- Durex -respondió.<br />- ¿Color?<br />
- Azul -sonrió.<br />El hombre se echo unos centímetro hacias atrás y tomó una caja azul con detalles en blanco.<br />
- ¿Algo más?<br />
- Sí -le codeó a Niall; Gael los miraba con detención-. Vamos, pide tú.<br />El hombre senil observó ahora a Niall.<br />- Emm... -miró por debajo del mostrador las variedades de cajitas-. Deme los rosados -se guió por ese color sólo porque sabia que ese era el color que más le gustaba a Julia, sin embargo no se detuvo a ver lo que decía la caja.<br />El farmacéutico se lo cedió y Harry sonreía sorprendido.<br />- ¡Vaya, Niall!<br />- Son veinte con cuarenta y ocho -dijo el hombre, algo irritado.<br />Gael no sabía si reír o llorar.<br />Niall era un completo novato, claramente.<br />- Aquí tiene -Harry le dio treinta euros-. Quédese con el cambio. Hasta luego.<br />Se retiraron de allí y Niall seguía sin entender sus risas. Hasta que la leyó el prospecto: ''sabor a frutillas, para más placer''. ¿Sabor a frutilla? ¿Y para qué qué querría tener un sabor en el...? <i><<¡Oh, dios santo!>></i>, pensó.<br /><br />
<div>
<br /></div>
María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-70517695486528033372011-11-10T19:15:00.000-08:002012-07-26T14:01:13.282-07:00The Dreamers: Capítulo diecisiete, El Universo.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIJykDQ9gy5IHqjpLhmSfZptjCaQRagPah-5HUYQRupvGN1xgEZe0DmWsl0sjkfUK7GteOWYdqjqQK1X9T_SHDqrip5tz0FOarzKRNnecTSYK8yOFc9tmANjMlaiaBUhglxQqJGY7oXMI/s1600/Universo+6.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIJykDQ9gy5IHqjpLhmSfZptjCaQRagPah-5HUYQRupvGN1xgEZe0DmWsl0sjkfUK7GteOWYdqjqQK1X9T_SHDqrip5tz0FOarzKRNnecTSYK8yOFc9tmANjMlaiaBUhglxQqJGY7oXMI/s400/Universo+6.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
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<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo diecisiete: El Universo.</b><o:p></o:p></span></span></div>
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<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></span></div>
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<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-size: large;"><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><i>Era una h</i></span></span><i style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">ermosa madrugada de exactamente un sábado diecisiete de ener</i><i style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">o de la tercera semana del año 1987, se notaba el aire sabático, el dulce, juvenil y jubiloso aire sabático. Desde que habíamos llegado a Cariló ese sábado fue el único día en el que pude sentirme fresca, no obstante, hasta que me levantaré de la cama de manera perezosa y por alguna extraña razón me dirigí a la sala de estar y prendí la televisión para ver el noticioso: iba a ser una tarde lluviosa. Maldecí por lo bajo. Creía por fin que podía tener mi día ''perfecto''.</i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i> Me volví a las escaleras clavando mis talones en la madera, proporcionando un mal humor para el ambiente alborozado.<br />
-¿No vas a salir? -dijo una voz a mis espaldas; Natalia.<br />
-No, va a llover -dije-. Pero... -reflexioné-, a mí me gusta la lluvia, ¿por qué hago tanta maraña si al fin y al cabo voy a terminar saliendo?<br />
-O sea que sí, vas a salir...<br />
-Te equivocas. Vos me hiciste la pregunta hace dos minutos, y refiriéndote a este momento, ¿o querrás decir hoy a la tarde?<br />
-Sí, ¡eso! Hoy a la tarde.<br />
-Entonces... sí, voy a salir -la observé parada en el último peldaño de la escalera-. ¿Por qué?<br />
-Nada... quería saber si te podía acompañar -tomó aire-. ¿Puedo?<br />
-Si Nati, ¿cómo no vas a poder venir? -hice un paréntesis- Pero no te hagas ilusiones, mira que solo voy a salir a caminar por ahí, nada interesante como verás.<br />
-No será interesante pero si saludable, además es lindo pasar un rato con vos.<br />
-Sí... Bueno, también tiene su pro eso de pasear conmigo -finalicé y subí las escaleras.<b><o:p></o:p></b></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Cada paso era un respiro, y cada respiro se volvía del aire. Me mire las manos por última vez antes de girar la perilla de la puerta de mi habitación, esa humilde habitación que me acogía del mundo exterior y sus problemas. Metí mi cuerpo dentro de mi cama y me acurruqué entre las almohadas, todavía tenía algo de sueño. No obstante, mis ojos no se cerraban, por lo que tuve que voltearme a mirar al techo. Tomé mi almohada china y la acomodé debajo de mi busto. Por más extraño que suene siempre me encantó situar esa almohada justo debajo de mi ubre. Mientras observaba el techo le presté atención a una pequeña mancha de humedad que de a poco se iba expandiendo en esa pequeña esquinita superior. El reportero no se equivocaba, esa tarde iba a llover. Y vi la humedad en el pelo de Mayra, antes que a esta pequeña rebelde en la cubierta de mi aposento.<br />
De pronto, y dado por visto que no podía volver a dormir, me levanté de mi lecho hacia el estante en dónde descansaba mi casetera. A su costado había un minúsculo estante en donde reposaban mis casettes de los Beatles. Coloqué el de ''Help!'', y apenas comenzó a andar lo dejé seguir su curso. Pasaron cuatro hermosas canciones hasta que por fin pude percibir mi tema favorito: I’ve Just Seen A Face. Tomé asiento junto a mi escritorio y del primer cajón saqué mi agenda personal (todo lo contrario a un diario íntimo), luego busqué mi pluma y me dispuse a escribir lo que me hacía sentir la canción en ese momento. <b><o:p></o:p></b></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Colores. Sol. Cesped. Agua. Alegría. Euforia. Eso era lo que me hacía sentir y ver la canción. Al terminar, después de dos minutos y tres segundos, tendí mi cama al verla tan desalineada. Me acerqué al ropero y de allí tomé lo que iba a vestir esa tarde, teniendo en cuenta que iba a llover: elegí mi pantalón de jean y mi blusa blanca con mangas de tres cuartos de largo, y sin faltar, mis borceguíes –la gente siempre acostumbra a decirme que estaba un poco loca por el hecho de que, aunque sea verano, nunca dejaba de usar mis borceguíes negros.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
Mientras me vestía, un ente atrevido decidió ingresar sin antes preguntar. La situación era incómoda; yo con el pantalón a medias y Mariano perturbado.<br />
-Madre mía –dije-. ¿No podías tocar antes, nene?<br />
-Perdón Vicky –escondió su rostro detrás de la vergüenza.<br />
-Mmm, está bien –terminé de abotonar mi pantalón y me guié hacia donde estaban mis borceguíes. Los tomé y me arrimé a Mariano- ¿Para qué viniste? ¿Qué pasa?<br />
-¿Bajas a desayunar?<br />
-No.<br />
-¿Por qué no?<br />
-Porque no quiero, punto.<br />
-No seas así, después te andas mareando y se te baja la presión.<br />
-¿Y qué? –pausé- Desayune o no desayune me mareo igual, no te olvides que tengo talasemia y por eso la presión se me baja cuando quiere.<br />
-No me interesa… Vas a ir a desayunar.<br />
-Sí, sí, esperar, ya bajo… Sí, sí –expresé de manera sarcástica.<br />
-Dale ma, no seas tonta, te va a hacer bien desayunar.<br />
Reflexioné: me quiere cuidar y por otro lado no me molestará más si le digo que sí.<br />
-Está bien, ya bajo.<b><o:p></o:p></b></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Bajé, pero me custodiaba Mariano, y eso me molestaba… No sé qué le sucedía, ¿acaso tenía miedo de que me escapara? En todo caso me tendría que haber echado el ojo cuando desayunáramos. <br />
-Bom dia –saludó Mayra, mientras me acomodaba en la silla justo delante de Tomás, quien bebía café y ojeaba una revista de autos a su izquierda.<br />
-Buongiorno –contesté yo con una sonrisa.<br />
-Si vamos a empezar a saludarnos en distintos idiomas entonces… Good morning! –esbozó Luz.<br />
-Bonne journée –dijo Natalia, luego comenzamos a reírnos, hasta que Florencia dijo.<br />
-Buen día –y avistó su jugo de naranja.<br />
-En fin… ¿Qué van a hacer hoy? –preguntó Tomás.<br />
-Vicky y yo vamos a salir a caminar… -contestó Natalia alegre.<br />
-¿Y los demás? –volvió a preguntar, estaba vez con una tostada en la mano.<br />
-Emm… Flor, Luz, y yo vamos a mirar una película en el living, así que les pido a ustedes dos –señalando a Mariano y a Tomás- que no estorben…<br />
-Quedate tranquila que no vamos a estar, negrita –dijo Mariano, acompañando su gesto con unas palmadas en el hombro de Mayra.<br />
-¿Y a dónde van? –pregunté. Luego miré a Tomás.<br />
-Qué se yo… Por ahí.<b><o:p></o:p></b></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es">Me sentí estúpidamente feliz al notar que el Sol estaba siendo desterrado de mis ojos por la monarquía de las nubes y las pequeñas gotas que se avecinaban de a poco. Ese paisaje gris acaparaba al azul cielo y al punto amarillo, que de apoco, se apagaba. <br />
No me importaba lo que se encontraba enfrente de mí, sino, ver esas olas dibujadas en el firmamento, las cuales me hacían sospechar que el mar no estaba en la Tierra, sino en las profundidades del universo.<b> </b>Y ahí me surgió ese pequeño granito de curiosidad por saber que había detrás de esos nimbos cenic<span class="Apple-style-span" style="background-color: black;">ientos. Sabía históricamente que era la ausencia de materia, pero que con </span></span><span class="Apple-style-span" style="background-color: black;"><span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;">la teoría ondulatoria de la luz</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="line-height: 115%;"> </span> </span><span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;">y el vacío se constituyó en algo</span>, que era el ‘’éter’’, al punto que no sólo era algo, sino que llegó a tener un sentido de sólido</span>. No obstante, el péndulo no para, y la teoría cuántica parecía desterrar definitivamente el “sólido éter”. No duró demasiado, ya que, la relatividad había encontrado que el espacio se curvaba, por ende, ya no aceptábamos la posibilidad del ‘’éter’’ ni de que era vacío.<b> </b><br />
-¿Te gustaría ver que hay en el Universo? –le pregunté a Natalia.<br />
-Bueno… Hay muchos gases esparcidos por las explosiones de las estrellas, hidrógeno, hay estrellas, planetas, nebulosas, rocas volando por cualquier lado, polvo, agujeros negros, galaxias, y muchas cosas de las cuales no tengo idea.<br />
-Sí, es cierto… En parte, porque todavía no se han descubierto.<br />
-Exacto –sonrió, yo también.<br />
Hubo un silencio de sosiego, hasta que yo lo </span>interrumpí con mi vozarrón. <br />
-Ya van diez cuadras y no llueve del todo, ¿qué hacemos? ¿Vamos a…? –y entonces se desató una tormenta.<b><o:p></o:p></b></i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></div>
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-size: large;"><i><span class="Apple-style-span" style="background-color: black; font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Estábamos lejos de casa, podrían separarnos diez ridículas cuadras, pero las mismas eran demasiado largas. Natalia y yo caminábamos debajo de los techados de los negocios, a la vez que yo trataba de tapar algo de mi cuerpo con la campera de cuero sobre mi cabeza. De todas formas no había funcionado, porque a la mañana siguiente ya me dolía la garganta y tenía la fiebre alta.</span></i></span></span></span><br />
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666; font-size: large;"><i><span class="Apple-style-span" style="background-color: black; font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Alguien había llamado a la puerta. Me levanté rápidamente y me asomé a mi húmedo balcón. Era Harry.</span></i></span></span></span>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-72042839893436023992011-10-29T12:17:00.000-07:002012-07-26T13:52:14.662-07:00The Dreamers: Capítulo dieciséis, Modestia, luego pesadumbre.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo dieciséis:</b> <i>Modestia, luego pesadumbre.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Sonrojada. Sí, mi cara estaba sonrojada, era patético. Me cerqué más a Tomás, tomando con mis manos su mano derecha. Mientras él sonreía le echaba una ojeada a mi actitud de párvulo. ¿Acaso no pensaba en lo simple que se veía eso?, era mi primo, y él siempre me dijo: ''Por más que hagas algo estúpido yo no te voy a dar las espalda, sos mi prima y te amo y te apoyo''. Tomás no era alguien como para que un ser humano llamara <<ídolo>>, pero eran sabias palabras esas para mí, porque yo sabía, que al estar confeccionando todo ese cuadro, él me apoyaba. <br />
Harry se acercaba cada vez un poco más, y lo sabía, pero no lo observaba en lo absoluto, presentía a su figura caminar a un paso apaciguado hacia nosotros, mientras de su mano izquierda colgaba Delfina.<br />
Maldecí en silencio; si lo hacía en voz alta podía llegar a ocurrir algún inconveniente como el de que Tomás me escuchara, y no quería eso. Callé mi mente por unos segundos, volví mi vista al lienzo y atiné mi vista con un hermoso color rojo en los cabellos de las niñas.<br />
Se acercaba, y lo seguía haciendo. Podía sentir su pie izquierdo moverse, luego el derecho, luego el izquierdo, y nuevamente el derecho, y así lo hizo once veces más hasta que, se posó justo delante de mí.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">-Hola, chicos -dijo con reverencia Tomás; yo levanté la vista temerosa.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-Hola... Harry -dije.<br />
-Hola Delfina -saludó Tomás- ¡Hazza! -me soltó para darle un saludo de mano, y yo quedé ahí parada con el poco empuje del viento.<br />
-Hola Delfina -esbocé con un oreo desdichado.<br />
-Hola nena -manifestó ella.<br />
Fue todo un sufrimiento, quería cortar esa parte y pasar al momento en que nos debíamos ir a casa, pero, ¿para qué hacerlo, si de todas maneras lo tenía que seguir viendo durante dos meses?, y quizás un poco más, si era que Mayra no entraba como profesora en febrero.<br />
-¿Qué hacían por acá? -preguntó Harry, luego miró a su al rededor- Bueno, para que preguntar si el día es perfecto, ¿no?<br />
-Sí. Además mi prima y yo necesitábamos... un escape.<br />
-¿A qué te referís con un escape?<br />
-¡Dejálos! -articuló Delfina.<br />
Harry rió ligeramente.<br />
-¿Por qué?, vos sabes lo curioso que soy, por ende, quiero saber que traman nuestros vecinos.<br />
Tomás me miro, vio en mis ojos que estaba incómoda, por lo que dijo:<br />
-Teníamos planeado decirle al hombre -señalándolo- que nos haga una caricatura, pero Vicky se siente mal, por lo que tenemos que volver a la casa -lo miró con cara de desencanto y luego agrego- ¿Ustedes no estaban en Pinamar?<br />
-¡Ah, sí! -dijo ella- Quería seguir paseando y le sugerí Valeria del Mar, ¿ustedes vinieron a cenar?<br />
-Si, a almorzar -contesté de manera a corregir su error de tiempo.<br />
-Ah, sí, almorzar, que tonta -río, yo sonreí.<br />
Me aferré a Tomás para dar el efecto a que me sentía verdaderamente mal, contorsionando mis facciones neutralizadas a un semblante lamentable.<br />
-Uh, verdaderamente te sentís mal Vicky -dijo Harry con su aspecto preocupado-. Bueno, los dejamos que se vayan así Victoria se va a recostar -se acercó a mí y mi primo me soltó-. Que te mejores -me abrazó, para luego depositar un beso en mi pómulo siniestro.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Íbamos caminando con moderación, dirigiendo nuestros pies al auto. En ese instante me dieron ganas de volver a revivir el momento pasado, tenía ganas de que mi mejilla vuelva a ser besada por sus rosas labios finos, de grana. Pero no, si yo no me hubiese comportado de esa forma no estaría en este segundo mortificándome por mi mala pauta. ¿Por qué mi primer y <<ocurrente>> reflejo fue reaccionar con aquellos modales?, ni yo lo podía creer. La última vez que había reaccionado así fue a los quince años, cuando el hijo de un cliente de mi padre no dejaba de clavarme la mirada, pero el chico no me gustaba, no va al caso, aunque mi reacción tiene que ver con este momento: me escondía detrás de la puerta. Allá, Harry fue el chico (pero con otras intenciones) y Tomás fue la puerta, y su espalda mi seguro rincón.<br />
-Matame -le dije.<br />
-No, ¿por qué? <br />
-Porque soy una boba -hice un paréntesis-. Matame. <br />
-Te dije que no, ''boba'' -pateó una piedra.<br />
-Entonces le voy a decir a Mayra, ella si me va a matar...<br />
-Como quieras.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Me adelanté unos cuantos pasos y llegué a la camioneta. Me monté en ella una vez mi primo estando cerca de mí. Le dije que lo quería, y él me respondió con lo mismo. Le dije que me perdonara, y él se subió a la camioneta ejerciendo un silenció de paz, pretendiendo que yo era invisible y mi palabra no era válida. <br />
Miré por el espejo retrovisor y lo único que podía ver era esa ciudad alejándose de mí, ¿o yo me alejaba de ella? <b>Sí, me alejaba de ella y... de Harry.</b><o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Entre aquel paréntesis, habían pasado largas horas.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-No sigas tan callada, aunque sea retame por no... Haber puesto la ropa sucia en la montaña de ropa sucia del lavadero.<br />
Lo miré con un aire de desconsideración, la verdad que lo que me decía no me tenía preocupada, es más, no me importaba. Yo no era la <<loca>> de la limpieza en la casa, sino Mayra. A ella le debía decir eso, por más que solo lo había dicho para que yo hablara, pero con lo avergonzada que me sentía a causa de mi acto previo, la verdad que no me apetecía hablar.<br />
Dediqué el poco tiempo que nos faltaba para llegar a percibir el cielo raso que se acomodaba sobre el techo de mi furgoneta. Las pinceladas rojas, amarillas y doradas eran un encanto, también se podían ver manchas plateadas acompañando al sol en su descanso más profundo. <br />
De repente la radio se prendió, renegué del susto. Acerqué mi brazo a ella y la apagué. La radio andaba mal desde el día en que partimos de la Capital, pero con mi poca soberbia decidí hacerlo yo misma en vez de un mecánico, hasta que me di cuenta que tenía poca fuera de voluntad para hacer ese trabajo.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Por fin habíamos llegado. Estaba agotada de tanto pensar y estar preocupada en lo que podía llegar a suceder al día siguiente cuando despertara y me encontrara con Harry en la puerta de mi morada.<br />
Fui escaleras arriba y atrás mío me seguía Mayra; o se encaminaba a su cuarto o deseaba saber que hicimos Tomás y yo, y si había disfrutado del paseo. Realmente sí, al paseo lo tomé con mucho regocijo, no obstante, hasta que llegara Harry con Delfina. No quería pensar en eso, por lo que miré a Mayra con una ojeada de complicidad. Ella entró a mi cuarto y a pequeñas palabras le fui contando de mi aventura.<br />
-Lo arruiné, May.<br />
-No digas así, gorda. Te hace mal a vos que sos una persona extremadamente sensible, o sea, ¿no podés pensar en otra cosa?<br />
-¡Qué fácil es decirlo ahora!, ¿por qué no lo pensé en ese momento? –dije sarcástica. Me tire de lleno en la cama y hundí mi cabeza en la almohada- ¡Mierda! -grité, pero mi grito fue en vano, ya que, la almohada al obstruir mi voz hacía a esta que se escuchara en un tono demasiado ligero.<br />
-¿Perdón? -interrogó Mayra con sosiego.<br />
Saqué mi cara de la amolda y contesté.<br />
-Dije: ''¡Mierda!'' -y volví a zambullir mi cara dentro de la almohada albina.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-68951300355975298572011-10-29T12:03:00.000-07:002012-07-26T13:43:05.052-07:00The Dreamers; Capítulo quince, Las dos Ostras.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo quince:</b> <i>Las dos Ostras.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>- ¡No! ¡No! - Le dije gritando una negación a Tomás.<br />
-¡No grites! <br />
-No gritaba - Me incorporé en el asiento del auto, enfurecida. Afuera retumbaban los bocinazos congestionados de las bocinas sin tono de voz, luego de ser usadas por más de quince años.<br />
-¿Entonces? - Continuó.<br />
-Ella se proporciona un mundo feliz en donde todo tiene que ser en base a la gracia de Dios. Al todo poderoso. La detesto. No puedo ser feliz con estas cosas, siempre tiene algo para decir - Camine lentamente al lado de mi primo, mientras el enroscaba su brazo con el mío.<br />
-Tenes razón. Bah, o al menos eso es lo que me imagino. Luz a mí nunca me dijo nada de eso, o me tiro abajo con algún comentario, es más, ella me ha dado consejos que dejaron que pensar...<br />
-Eso es lo que me gusta de Luz pero, cuando se pone como una estúpida es irritante, y me agobia.<br />
-¿Qué fue exactamente lo que te dijo? - Al pasar, una muchacha rubia de ojos avellanas y piernas largas, se cruzó por enfrente de Tomás y este la miro de pies a cabeza. Ella le sostuvo la mirada hasta que ambos desaparecieron en el camino del otro.<br />
-Después de contarles a ustedes que me gustaba Harry, ella fue hasta mi habitación y me dijo que yo a él no le intereso. Cuestión, me desilusionó, ya que vos sabrás que lo hago con facilidad. Y fue tan feo lo que me dijo después que ya no quiero intentar nada con Harry, o acercame a él Harry, o acerca de algo que se trate de él.<br />
-¡¿Qué te dijo?! - Dijo impaciente.<br />
- ¡No grites! - Tomé aire- Me dijo que la verdad dolía.<br />
-¿Eso te dijo? - Pausó- Nunca en mi vida, te lo voy a decir en serio, esperaría ese tipo de reacción de Luz en cuanto a la felicidad del prójimo, porque, si tanto ama a Dios y es devota de él y hace todo para complacerlo y no cometer pecados, decirte lo que te dijo estuvo terrible. ¿Cómo puede un ser humano decirle semejante cosa, horrible además, a una persona insegura, hablando amorosamente?<br />
-Es cierto lo que me decís Tomás... ¿Cómo pudo? - Me separé de él.<br />
-No me sueltes - Exclamó.<br />
-Me transpira el brazo - Le dije.<br />
-Está bien… <br />
-Uh, mira eso… - Especulé.<br />
-¿Qué? ¿Qué pasa? – Preguntó totalmente desconcertado.<br />
-Ahí hay un tenedor libre y al lado un puestito de Caricaturistas, pero traje plata para el almuerzo, es una pena, tenía tantas ganas de que nos hagan una caricatura… - Reí risueña.<br />
-Y después de unos años verla y morirnos de la risa, ¡que picardía que no trajiste tanto dinero! – Exclamó. </i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Presentí un aire bulón en su hablar.<br />
-¿Qué me estás queriendo decir?<br />
-¡Somos dos! Vos y yo. ¡Dos! – Repitió- ¿Te pensas que iba a dejar que vos sola pagues? ¡Ni loco!<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Nos encaminamos al restaurante. Al entrar vi que era simple, muy sencillito, poca luz, ya que había un sol enceguecedor, abundancia de plantas en los rincones y en frente mío, a cinco mesas de distancia, podía ver una biblioteca, no era la gran cosa, era pequeña y estaba llena de libros acerca de la marina. Como todo restaurante de tipo costanera, justo arriba del umbral de la puerta como muérdago en Navidad, se hallaba un pez espada azul, sus ojos negros y brillantes, estaba petrificado y colocado en una tabla de madera como base, que pronunciaba y copiaba la forma del mismo. Nunca vi cosa más horrorosa en mi vida que un animal usado como adorno, donde fuera que sea ese lugar. Lo deje de lado y tome de la mano a Tomás. Nos dirigí a una mesa cerca de la ventana, tomamos asiento y vino un mozo, muy educado, y dijo:<br />
-Hola, buenos días.<br />
-Buenos días – Saludamos al unísonos.<br />
-Díganme, ¿qué van a pedir?<br />
-Emm… Yo quiero una Ensalada Rusa, para empezar.<br />
-¡Ah bueno! Eso que me dijiste que no ibas a pedir mucho - Comentó Tomás.<br />
El mozo río junto con él y yo me ruboricé de la vergüenza.<br />
-Bueno, basta – Reí mientras le decía a mi primo.<br />
-Que no se enoje la novia – Comentó sonriendo el garçon.<br />
Tomás y yo nos miramos, en nuestros rostros se podía ver esas ganas de querernos reír a puras carcajadas.<br />
-Disculpe, pero somos primos.<br />
-Oh, perdón… Es que parecen una pareja por cómo se tratan.<br />
-Desde chiquitos que somos tan unidos.<br />
-Si – Finalicé.<br />
-Bueno, y no pregunté al señor, ¿qué va a pedir?<br />
-Lo mismo que ella, para empezar.<o:p></o:p></i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Treinta minutos después.<o:p></o:p></i></span></span></b><br />
<b><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>-Me llené.<br />
-¿Y cómo no?, con todo lo que comiste es suficiente como para una elefante, ¡sos una bestia!<br />
-Já, y vos suerte que dijiste que era para empezar la Ensalada Rusa y fue lo único que comiste.<br />
-Y, digamos que, por ver todo lo que vos digeriste… ¡Mamita querida!, me dio asco después – Dije con estupor.<br />
-¡Bueno, bueno, che! – Reí- ¿Queres ir yendo a que nos caricaturen?<br />
-¡Dale!</i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
Pagamos la cuenta, salimos y dimos la vuelta y, ¡ahí estaba! El dibujante seguía allí, alegre, con su ente en alto dibujando a dos hermosas gemelas con risos del color de un rubí, ojos como unos zafiros y los costados de sus morros repletos de pequeñas pecas. A un lado de ellas estaban sus padres, mirando orgullosos a sus divinidades más preciadas. Sus dos pequeñas Musas.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Tomás y yo nos acercamos cautelosos y avistamos la mano dibujante del hombre, ¡toda una obra de arte! Si bien era una caricatura, y eso significa exagerar los rasgos, era todo bastante parecido. Esperamos a que finalizara; Tomás se quedó haciéndole compañía y yo me aleje un par de metros, cerca de los barco costeros. La brisa estaba fresca y la verdad que necesitaba de una brisa fresca luego de a ver pasado tres días en aquel lugar con tanto calor golpeando a mi cabeza. Volteé, y al mirar bien al horizonte y detrás de todo ese gentío, divisé la figura andante de Harry. Y como era de esperar estaba con Delfina. Lo que me pareció decepcionante fue que él, el hombre de pura sinceridad, me había mentido, ¿no iba a estar en Valeria del Mar, tratando de reconciliar su relación y terminar en buenos tratos con Delfina? O, simplemente cambió de opinión quizá. ¿Y si fue causalidad?, nunca me quise hacer ilusiones falsas. Pero, ¿podría ser que el destino hubiera querido en ese momento que nos encontremos como ya pasó tantas veces?</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Me escondí detrás de mi pelo al aprovechar ese viento que lo hizo flotar tan ligeramente ante mi rostro, excusa para que no me viera caminar a pasos ligeros hacia donde se encontraban mi primo y el dibujante.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-12751116883362645692011-10-27T19:59:00.000-07:002012-07-26T13:36:02.816-07:00The Dreamers: Capítulo catorce, Debe ser amor.<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Capítulo catorce:</span></span></b><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Debe ser amor.<o:p></o:p></span></i></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Era maravilloso oír el ruido que el motor de mi camioneta hacía cuando yo la provocaba al acelerar en un mismo lugar. Me proyectaba hermosas imágenes de cuando yo era simplemente una niña encerrada entre el aroma de la nafta, a la goma vieja de las ruedas, y en muy pocas ocasiones el olor a las nubes salientes de los mismísimos autos, y el aceite de motor también. O las furgonetas, el ruido de las herramientas al caer y el perpetuamente sudor y cansancio de mi padre al arreglar alguna tuerca o ruleman zafado y avistar el taller entero antes de cerrar.<br />
No era una total fantasía de cuentos de hadas de una niña de mi edad para entonces, no obstante, estaba feliz.<br />
-¡Vicky! -gritó Tomás fuera del auto, justo detrás de él.<br />
Acomodé mi brazo izquierdo en la ventanilla del conductor y volteé mi cabeza en unos 45 grados hasta divisar la masculina pero pequeña figura de mi primo.<br />
-¿Qué? <br />
-¿No te diste cuenta de que estaba atrás del auto cuando aceleraste? ¿Y qué me llenaste de arena y de ese olor mata pulmones? -preguntó sin dejar siquiera un resquicio para su infaltable respiro.<br />
-No. La verdad que no, perdón -contesté.</i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><span lang="es">Me incorporé de la ventanilla y tome el manubrio entre mis manos. Me gustaba hacerlo, aunque el auto este o no andando. Me hacía sentir que estaba en otro mundo o que volaba, porque cuando estaba arriba de algún automóvil no sentía que era yo, sino mi padre. Es raro, era raro, pero siempre sentí ser él al estar frente de la adrenalina pura para llevarme a lo recóndito de lo peligroso. Podía ser extremo y no subjetivo, solo me gustaba; lo amaba, o mejor dicho, lo amo. Es algo inherente a mi o a mi forma de ser.</span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es">
Tomás entró, sin mirarme, y se sentó en la butaca del copiloto.<br />
-Me gustaría que paseáramos -dijo.<br />
-¿Y si vamos a almorzar, solo nosotros dos? ¿Qué te parece a Pinamar? -cuestioné, mientras colocaba mis manos en mi regazo esperando su respuesta.<br />
-¡Me parece perfecto!, sería una salida de ''familia'' -señalo con comillas.<br />
-¿Cómo de, ''familia''? -lo imité.<br />
-Claro. Somos dos, no estamos todos juntos...<br />
-Tenés razón -pause- De todas formas para mí, aunque solo seamos vos y yo -apunte con mi dedo índice a su pecho- somos una familia.<br />
-Te quiero -exclamó.<br />
-Y yo a vos - me acerque a él para cortar la poca distancia y lo abracé.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i></i></span><br />
<div class="MsoNormal" style="display: inline !important;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="display: inline !important;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"><i></i></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="display: inline !important;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><br />
</span></i></i></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Se sentía lindo abrazar a alguien a quien verdaderamente uno quiere con toda la fuerza del cuerpo y el alma. Debe ser amor lo que a uno lo fortalece. </i><br />
<i></i></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es">Para mí el amor siempre fue a mis hermanos y primos, nunca me incliné hacía el dichoso y adorable lado de llamarlo ''enamoramiento'', en mi vida nunca pude sentir eso porque nunca se presentó aquella persona para satisfacer ese sentimiento oculto que llevo en lo más profundo de mi ente, y es triste de decirlo de esta manera aunque así sea.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es">Al entrar por la puerta del frente no pude atisbar a ninguno de mis amigos. Seguí las grietas de entre las maderas del suelo hasta llegar a la larga escalera. Subí por ella y me encaminé a mi habitación, justo junto a la de Mayra; justo junto al mar.<br />
Cambié mis harapos. Luego me dirigí a mi escritorio, tomé papel y una birome y empecé a escribir una nota para los presentes en esa casona.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><span lang="es"></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="background-color: black; color: #ffd966;">''May, Nati, Luz, Flor y Marian:<br />
Les quería decir que con Tomi nos fuimos a almorzar a Pinamar. No voy a decir lo de: ''cualquier cosa que necesiten me avisan'' porque, como dije, no vamos a estar, y por esa razón acá les deje algo de dinero, por si acaso.<o:p></o:p></span></span></i></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="background-color: black; color: #ffd966;">No hagan lio.<o:p></o:p></span></span></i></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><span style="background-color: black; color: #ffd966;">Victoria y Tomás.''</span><span style="background-color: #ffe599;"><o:p></o:p></span></span></i></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><br />
</span></span></i></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"></span></i></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><i><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="color: #666666;">La deje descansar en el diván del comedor y en cuento pude me retiré de allí. <br />
Estando en el patio trasero pude ver a Tomás dentro de la camioneta mirando un punto fijo. Acercándome lentamente a él, tome un cigarrillo del bolsillo delantero de mi pantalón y lo encendí con un fósforo que había sacado de la pequeña caja. Hacía mucho tiempo que no fumaba, exactamente cinco años. A decir verdad a los quince años yo comencé a fumar, mi madre sabía que yo quería y ella nunca me privó de hacerlo, aunque a medida que iba fumando un cigarrillo pensaba en mi salud, por lo que lo dejé y después de aproximadamente ocho o nueve años volví a ese maldito hábito, me volvió a suceder lo mismo y nuevamente lo dejé.<br />
No sabía que me había pasado pero tenía ansias de fumar; estaba feliz, nerviosa, contenta y alegre.<br />
Mis buenas emociones se debían a Tomás, y la que quizás o tal vez, podía colocarme en una situación incómoda se debía a Harry y todas mis dudas, por más que eso parezca un caso cerrado. Lo quería mucho (básicamente) pero, probablemente, sin yo poder saberlo, en algún instante del tramo que iba a llevar en esta playa me dijera lo contrario, que no me apoyara y me terminara enamorando. <br />
-No seas mala con tu propia vida y haceme el favor de apagar ese... pitillo -ordenó con un dulce tono.<br />
-Está bien -pite una vez más y lo aplaste contra el pequeño y plastificado cenicero que venía incluido en el torpedo de mi camioneta.<br />
-Eso me gusta más -pauso, pero me dio indicios de que algo más quería agregar-. Quiero que hablemos, pero antes hace arrancar la camioneta.<br />
-Me parece perfecto.</span><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><o:p></o:p></span></span></i></i></span></div>
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Recliné mi cuerpo hacia atrás, mirando por esa reducida ventana trasera sucia, estando así yo podía dar marcha atrás y salir de entre las palmeras y el escaso pastizal.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i><br />
<div class="MsoNormal">
<i><span lang="es"></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i> Mientras conducía, Tomás, quien tomaba mate sin estancarse sin duda alguna, me hablaba de Harry.<br />
Me impresioné al notar que él lo conocía tan bien, tan a fondo, se podría decir que se hicieron muy buenos amigos en la parrillada de la noche anterior. Y yo solo sabía escucharlo sin sonreír, tan circunspecta mirando al frente pero tan llena de alegría por dentro. </i></span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><br />
</span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-87366409636230825512011-10-22T21:47:00.000-07:002012-07-26T13:32:28.500-07:00The Dreamer: Capítulo trece, Sí.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo trece:</b> <i>Sí.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Estaba muy tranquila entre las apresuradas y feroces olas, cuyo hervor se enterraba entre mis muslos y los pequeños granos de arena masajeaban mi piel, entre tanto, hundí mi cabeza en las aguas saldas y sin abrir los ojos me impulse hacia adelante chocando con la siguiente ola.<br />
Toqué la superficie con mis pies y di un pequeño salto hacia arriba. Tiré mi cabeza hacia atrás, mirando al sol. Luego tomé mi pelo entre mis manos y lo acaricie, llevándolo hacia atrás. <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Al salir caminando no pude evitar sentir ese frío intenso. La brisa provocada por las fuerzas de las olas habían erizado mis pelos. Llevé mis manos de una manera para poder cruzar mis brazos, tapando la piel de ambos, de esa manera el frío cesaba.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
Abrí la puerta de la casa. Entré. Miré la vacía cocina y sin darme cuenta, sentí una presencia cerca de mí. Mi curiosidad no se perfilaba en mi rostro en aquel momento, estaba segura de que era alguno de mis amigos. Giré en torno a esa persona y mis ojos pequeños llenos de sal se abrieron de la estupefacción.<br />
Lo mire con estupor.<br />
-Ay, hola, pensé que no había nadie rondando por acá.<br />
-Yo pensé lo mismo -logré decir.<br />
-¿Por...? Ya entiendo... -río mirando al suelo- Perdón, ayer tu primo me prestó una de sus remeras y me dijo que se la dejara hoy a la mañana, y que si nadie atendía que entrara por atrás que no iba a ver ningún problema -pauso-. Pero veo que sí.<br />
-No... No te preocupes, está todo bien -reí-. ¿Te queres quedar a tomar algo?<br />
-Me encantaría... -dijo oponiéndose-. Pero no puedo. Delfina quiere que la lleve hasta Valeria del Mar a almorzar.<br />
-¿Hasta Valeria? Que chica más refinada -bromeé.<br />
-No es muy refinada aunque bueno, si quiero que la relación marche bien voy a tener que cooperar con lo que ella me pida.<br />
-Tampoco tenés que ser su esclavo para que todo vaya bien, Harry –opiné.<br />
-Está bien lo que me decís pero... ¿Yo qué sé? -dijo cabizbajo.<br />
-Sí que sabes. No te hagas el tonto y mirame a la cara -levantó la vista-. Escucháme -tomé aire-. Si queres que la relación marche bien busca cosas que los dos tengan que cambiar, no hacer lo que ella te pida, por más que para vos este bien. No tengo ningún tipo de problema con Delfina pero, Harry, mirate, estás todo el tiempo atrás de ella mientras ves que anda coqueteando con otros hombres, y lo peor es que lo hace frente a tus narices. Yo que vos le hablo muy seriamente -pausé-. En una relación las cosas se hacen de a dos, ¿si no de qué sirve el significado de pareja?<br />
-¿En dónde estuviste todo este tiempo, eh? -se acercó a mí- Contestame.... -tomó aire; yo no entendía-. ¿En dónde? Si te hubiese conocido antes por ahí estos... concejos los tomaba y no me pasarían estas cosas o, definitivamente si solo te conocía y listo.<br />
-Es el destino, Harry. Capas que me puso ahora delante tuyo para.... sanar o para advertir, no sé... -reí-. Mira, no sé ni lo que digo.<br />
-Sí sabes -se quedó en la misma posición, observándome-. Bueno, me voy -acabó por acortar esa poca distancia que nos separaba y beso mi mejilla.<br />
-Nos vemos -dije.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Subí a mi cuarto. Abrí la puerta del baño y preparé la ducha. Me desvestí con rapidez y me arrojé sin pensarlo bajo la tibia agua de la ducha. Tomé el jabón y una esponja, lentamente pase el jabón por la esponja mientras que con la mano que sostenía a la misma provocaba una capa suave de espuma blanca. Podía sentir el perfume a jazmines. Deslicé la esponja por mis brazos, por mis piernas, mis hombros, mi torso, mis caderas, mi cintura y mi pecho. Después tomé la crema para el cabello y la coloqué, muy suavemente por las puntas de mi cabello hasta llevarla arriba y crear burbujas por doquier. Me enjuagué por completo. Cerré las perillas. Tomé una toalla y comencé a secarme.<br />
Al ingresar a mí cuarto y comenzar a elegir mis atuendos, pensaba muy atentamente a las palabras que Harry me había dicho: <<¿En dónde estuviste todo este tiempo, eh?>><br />
Esa pregunta no dejaba de hacer eco, de resonar una y otra vez dentro de mis pensamientos. Nunca me gustó dejar que las ilusiones me ganaran. Por eso prefería fingir y hacer de cuenta que las cosas nunca me habían sucedido. Me gustaba más eso a que, de alguna manera, sufrir por un amor, o un hombre, que no me correspondiera.<o:p></o:p></i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Muy despejada de todo bajé las escaleras y sin aviso a nadie tuve la disparatada idea de cocinar omelette para el almuerzo. Tomé siete huevos, jamón y queso cremoso. Busqué el encendedor negro que me había obsequiado Tomás antes de viajar a Cariló. </i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
Lo había encontrado justo arriba del modular de la entrada. Llevé mis pies descalzos a la cocina, giré hacía el lado contrarío la perilla del gas, luego me ubiqué en frente del horno y apreté su ultimo botón. Con el encendedor en la mano, encendí la mecha, y colocándolo cerca de la pequeña hornalla cree en su borde una pequeña llamarada azul. Allí iba a dejar descansar la sartén con el aceite. Hice eso mismo. Esperé a que el aceite se calientara, llegando a su punto y lentamente, con un cucharón, iba llenando la sartén de la maza que había hecho con los huevos e ingredientes para darle sabor.<br /> </i></span></span><i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Al terminar con todo decoré la mesa. Me había llevado exactamente unos 50 minutos de reloj.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
Subí las escaleras por segunda vez y llamé a los demás. Florencia y Natalia enseguida bajaron al comedor, en cambio Luz se tomó su tiempo entre ir al baño y cambiarse de ropa. Tomás bajó en calzones y Mariano con las pantuflas blancas con un hermoso diseño florado, en realidad eran de Mayra. Por ultimo desperté a Mayra con mucho cuidado, a ella no le gustaba que la despertasen a los gritos apurados o con ruidos extraños. <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Cuando estuvimos todos juntos en el comedor solo charlábamos y no dejábamos de reír por cualquier incoherencia.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-¿Vino Harry? -preguntó Tomás.<br />
-Emm... Sí, vino -reí tímidamente.<br />
-Eh, eh, ¿y esa risita? -interrumpió Natalia.<br />
-¿Cuál? ¿Esta? -reí con mucha potencia.<br />
-No te hagas la tonta que nos dimos cuenta -dijo Mariano.<br />
-¿Te gusta Harry? -peguntó Natalia.<br />
Yo tarde en contestar.<br />
-No -mentí.<br />
-¡Como se miente! -gritaron Florencia y Luz.<br />
-A que sí te gusta y no nos queres decir -comentó Luz.<br />
Mayra, en todo ese lapso de preguntas y exclamaciones y esa maldita presión, no despego su vista de mí y yo de ella.<br />
-No me podés mentir a mí que soy tu primo... -exclamó Tomás.<br />
-¿Saben qué? -dije ya rendida- Me tienen harta, y como me tienen harta les voy a decir que sí... ¡Sí, me gusta! ¿Y qué? ¿Algún problema?<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">De repente todos se levantaron de sus asientos y con unas sonrisas en sus rostros, se acercaron a mí y yo sin poder hacer nada al respecto comenzaron a hacerme cosquillas. Eso me dolía. No tengo cosquillas.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-¡Basta, me duele! -grité.<br />
Se alejaron cinco, y uno quedó al lado mío; Tomás.<br />
-Ahora vas a ver vos...</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-16832241517630623572011-10-22T21:30:00.000-07:002012-07-26T13:25:23.475-07:00The Dreamer: Capítulo doce, Qué bonita que sos.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo doce:</b> <i>Qué bonita que sos.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Íbamos caminando a pasa lento, cada uno mirando por distintos lados. Yo, por ejemplo iba observando la arena que de apoco se convertía en asfalto, algunos pequeños puentes de madera y luego otra vez arena, y asfalto y arena y así sucesivamente. Mis pies pateaban la arena, esta salpicaba y se depositaba en el hoyo del pequeño dobladillo de mi pantalón; sonreía, hasta que él me esbozo una pregunta:<br />
-¿No tomas?<br />
-No, no mucho. Me hace mal -lo miré y agregué-. Me mareo y dos segundos después me duele el estómago pero, nunca vomité, así que tanto no me provoca. Además de que me da un poco de asco. Ni siquiera vino puedo tomar, aunque te digo algo: me encanta abrir con el saca corcho todas las botellas de vino, especialmente el vino tinto -volteé al frente y crucé mis brazos por abajo de mi busto.<br />
-Ah, mira vos. Yo tomo de vez en cuando -sonrió, lo pude sentir-. ¿Te puedo hacer una pregunta?, y si te molesta no contestes.<br />
-Bueno, dale, haceme una pregunta -coloqué mis manos en los bolsillos del pantalón mientras que agudizaba mi oído.<br />
-¿Tenés novio?, o, ¿estás en pareja con alguien? <br />
Mis mejillas se tiñeron de un rojo vivo, mientras que una sonrisa pícara se dibujó de manera sorpresiva en mi rostro.<br />
-No, no estoy de novia con nadie. Detesto esas cosas, no son para mí -contesté con el más tranquilo aire.<br />
-Ah, porque yo pensé que vos y Tomás eran algo más que amigos, bah, eso deduje -tomó aire-. Creí que lo de ''primos'' era una forma que ustedes tenían para relacionarse amorosamente.<br />
-¡No! -carcajeé- ¡Estás loco, Harry! Tomi y yo verdaderamente somos primos... -lo observé mientras él miraba el horizonte, y yo no dejaba de reír- Che, me parece que ese es el supermercado, ¿no?<br />
-Sí, es ese -bajo la vereda, se paró en frente mío y estirando su mano dijo-. Vení, vamos -correspondí a su gesto amigablemente, cruzamos la calle y nos adentramos al supermercado.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Decidimos separarnos para encontrar a los demás. Él se fue por pasillo cinco y yo por el dos. Al ir por el dos me topé con toda una fila de jugos en polvo para hacer, divisé el de naranja y lo tomé. Al girar vi a Mayra pasar por entre los pasillos, la seguí y la asuste.<br />
-¡Pero la...! -se dio vuelta y me vio tentada de la risa- ¡Qué haces?!<br />
-Te asusté, ¿no diste cuenta? -le contesté.<br />
-¡Ay, pero que...! –decía mientras que me pegaba con un paquete de algodón que había tomado de uno de los estantes a su costado, a la vez que unos melódicos sonidos de diversión se despilfarraban por sus labios; reía.<br />
-¡Basta! ¡Dejá de pegarme! - le grité al mismo tiempo que levantaba mi brazo izquierdo para proteger mi rostro.<br />
-¡Chicas! -dijo Harry- ¡Ey, ey, ey! ¡Déjen de pelear! -me tomó a mí por la cintura y me alejó de Mayra.<br />
-No te tenías que meter Harry, ¿no ves que lo estaba disfrutando? Tenía que llenarla de algodón, sos un corta mambo vos, ¿eh? -sonreímos todos y yo me solté rápidamente de Harry.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">A lo lejos veía a Tomás y a Natalia. Caminé hasta ellos y le di un beso en la mejilla a Tomás. Hacía mucho que no le tendía una muestra de afecto a él.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-¿Y eso por qué?<br />
-Sos un sonso -me quejé-. Una vez que te doy un beso te quejas, al contrario, te tendría que poner contento, soncito.<br />
-¡Ya sé! Pero como vos no sos de dar ni besos ni abrazos se me hizo raro...<br />
-Está bien, está bien, mi ''rareza'' te salvó de que te diga algo -metí el jugo en el canasto y volví con Harry.<br />
Posé mis manos en sus hombros, él me miro seriamente y yo alejé mis manos de sus hombros.<br />
-Qué bonita que sos, Victoria. ¡Qué bonita! -se acercó a mí y beso mi mejilla.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Yo no supe como reaccionar, ni que decir, era la primera vez que un hombre como él se acercaba a mí para decirme tan dulces palabras como las que Harry me había dicho. Ese único propósito hizo que me estremeciera al pensar en aquello.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-Gracias -dije.<br />
-En serio, qué bonita que sos, Vicky -acarició mi pelo y se dirigió al grupo de personas con la que compartiríamos un rico asado.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>A la mañana del día siguiente me levanté cansada, era la única que estaba de pie a esa hora de la mañana. Si bien los chicos hicieron una guerra de cervezas, mientras que las mujeres solo sabíamos reír por sus estupideces, eso daba por aludido a una noche que provocaría resaca. Mayra y Florencia terminaron recostadas en la arena diciendo incoherencias, reían fuertemente y cantaban tristes canciones a la orilla del mar, con la luna iluminando sus rojos ojos y sacudiendo las olas. Luz, Natalia y Delfina hablaban de diversas cosas, desde el orden en una casa hasta de política, una cosa verdaderamente de poca importancia para mí.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Puse el pie derecho en las frías tablas de madera del suelo de mi cuarto y luego el izquierdo. Me cambié de vestuario y bajé las escaleras para desayunar. No fue mucho lo que comí; pan con miel y una taza de leche.<br />
Salí a la playa a sentarme en la arena y mirar al mar, en ese momento era en lo único que quería pensar: en el mar. <br />
Me levanté perezosamente caminando hacia la orilla cual, solo deseaba que el agua me cubriera las caderas y poder jugar con la espuma que sea creaba al chocar las olas fuertemente contra mi cuerpo.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-28598854301382002222011-10-22T21:18:00.000-07:002012-07-26T13:14:13.397-07:00The Dreamers: Capítulo once, No llueve.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo once:</b> <i>No llueve.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Sus dedos se deslizaban armoniosamente por cada una de las seis cuerdas. Era paz y calma, solo su voz se oía como la miel al endulzar cada milímetro de un buen pan casero, con ese cálido humo que le sale dando quietud al ambiente.<br />
-Eso no es sano para mí, vas a hacer que enferme -comenté luego de que ella terminara de cantar.<br />
-Ay, gracias Mavi, te amo gordita -me abrazo, yo solo me quede quieta con mis manos tomadas entre su pecho-. ¡Pero abrazame! -gritó, acompañando con una palmada a mi espalda.<br />
La abracé.<br />
-La verdad que... Que cantas muy bien, en serio May -la felicitó Harry haciéndole caricias a su brazo.<br />
-Gracias Harry, en serio, estos comentarios me ayudan a ver, a saber si tengo que mejorar o no en... Bah, con el tema de mi voz -comentó confiada.<br />
-Bueno, te digo que estás muy encaminada... -logré escuchar antes de que me alejara.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Iba caminando campantemente mientras veía el complicado y sensual caminar que Delfina le brindaba a la vista de mis amigos. Pensé que eso era exagerar, pero la cara de pervertido serial que Mariano poseía en aquel momento era peor que verla a ella moviendo sus cadera provocativamente mientras sus piernas hacían un vaivén de pasos largos y decididos.<br />
-Tomi - llamé- Tomi -volví a decir al darme cuenta de que no había escuchado- ¡Tomi! - volví a decir estando más cerca de él.<br />
-Ay, perdón, ¿qué pasa?<br />
-Nada, solo te llamaba para molestarte... -lo miré pícaramente.<br />
-Dale picarona, decime -dijo mientras sus dedo índice hacía contacto con mi medianamente respingada y blanca nariz.<br />
-¿Cuánto falta para el asado? Te voy diciendo que no voy a comer carne por mis problemillas, y ya sabes cuales son.<br />
-Está bien, entonces me encargo de abrirte unas... dos latas de atún y... -tastabilló-. También de encargarme de que comas al menos las papas, las batatas y un pedazo de calabaza porque no podes no comer nada... Y como tu primo, por más menor que sea, te cuido.<br />
-Está bien que me cuides tonto porque como prima, que conste que soy mayor, te cuido desde mi primer año de edad...<br />
-Querrás decir, mi primer año de edad -dijo alzando la voz.<br />
-Callate, no grites -reímos-. No, mi primer año de edad sonso, si por un año y unos meses soy más grande que vos... Tranquilamente podríamos volver a decir que somos hermanos mellizos y que la gente se descontrole por saber que somos dos angelitos adorables, ¿no?<br />
-¡¿Cómo te acordas de eso?! ¡Pasaron muchos años! -carcajeo.<br />
-Ah, ¿viste? Tengo muy buena memoria Tomi... -le di un golpe muy ligero a su mejilla y me fui.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Salí al patio trasero y me encontré con Mariano, él era el encargado de hacer el asado. En mi mente pensaba que eso era injusticia, él solo no debía estar haciendo eso, y mucho menos con todas esas carnes y especias arriba de la tabla de madera junto a la parrilla. El olor a carne quemada no era de mi agrado; me hacían acordar a cuando mi padre hacía asados todos los sábados a la noche, con vinos, bebidas alcohólicas (en esos casos cerveza), mucho pan casero que mi mamá hacía, una ronda infinita de amigos entre los pequeños espacios que los autos dejaban libres al cruzar de una vereda a otra, familiares de mi edad correteando de esquina a esquina, y sin temor en aquellos tiempos, pero también me hacen pensar en, dichamente, la carne, los animales. Pero eso poco importaba en ese momento, únicamente una buena noche sabática con amigos.<br />
-Me parece que te ''boludearon'' –le dije.<br />
-¿Te parece?, yo creo que sí. En cima el idiota de Tomás, que es idiota, en vez de traer cinco tiras de chorizo y dos de morcilla como le había dicho, trajo, dos tiras de chorizo y cinco de morcilla –mordió su labio inferior y siguió asando.<br />
-Que cabeza de novio –me burlé.<br />
-¿Cómo cabeza de novio? –estaba desorbitado.<br />
-Si, como oíste… Todavía siente cosas por Mayra. Pero quien sabe, ojalá se dé cuenta de que ella no lo quiere y encuentre a alguien que lo valore de verdad. No sé qué hace acá esperando a que a Mayra se le muevan las ideas y no sale a buscar a ese alguien, sabiendo que hay tantas mujeres en este mundo. Es preferible que no se encierre en pensar solo en May, la quiero mucho, pero no… ¿Me entendes? –pausé; Mariano escuchaba atentamente-. Yo a veces pienso en esto y me pregunto: ¿Qué pasará por la cabeza de Tomás?. Es mi primo, y obviamente voy a querer lo mejor para él. No digo que Mayra sea mala persona…<br />
-Es que hay tanta buena mujer afuera que el solo se crea un mundo en donde él y ella son felices, cuando sabe que no es verdad… -interrumpió.<br />
-Claro, exacto, es así –callamos-. ¿Me parece o necesita más carbón?<br />
-Sí, necesita más carbón –reímos-. ¿Me traes un par? <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Me acerqué a la bolsa del carbón y tomé unos diez carbones. Se los alcancé a Mariano, hice un ademán en forma de despedida y entré nuevamente a la casa. No había ni un alma en esa salda de estar tan limpia y ordenada, mantenida así gracias a la destreza de Mayra, cuando el afán de limpiar y fregar se presentaba en ella. Me divertía, a veces, verla limpiar con tanto ímpetu a la vez que sus pies se movían en pequeños círculos componiendo un vals al ritmo de la música que sonaba en la radio o simplemente verla bailar como era de costumbre en ella.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
Fui hasta la cocina y las únicas que estaban eran Luz y Florencia, me acerqué y les cuestioné:<br />
-¿Y los demás?<br />
-En la playa, Vicky –dijo Flor.<br />
-No, mentira Flor, algunos fueron a comparar al supermercado gaseosas.<br />
-¿De casualidad no les dijeron que yo tomo jugo de naranja?<br />
-No –contestó Luz.<br />
-No hay problema, voy con ellos.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Corrí hasta mi cuarto y tomé un suéter gris claro que contrastaba con mi pantalón de jean negro, largo, y mis borceguíes brunos, desgastados, con todo el peso de los años encima de ellos. Recogí mi pelo en una cola de caballo mientras dejaba que mi flequillo se desacomodara libremente en mi despejada y suave frente.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-¿A dónde vas? –dijo alguien a mis espaldas.<br />
Al darme vuelta vi que se trataba de Harry.<br />
-Voy al supermercado con los demás así me compro un jugo de naranja en polvo para hacer.<br />
-Te acompaño.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Mi respuesta fue positiva, lo recibí con mucha alegría y no entendía porque se debía tanta felicidad de que me acompañara un par de calles al centro.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-79207666164077992112011-10-22T21:06:00.000-07:002012-07-26T13:05:38.488-07:00The Dreamers: Capítulo diez, Una breve descripción de todos y música.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo diez:</b> <i>Una breve descripción de todos y música.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Me acomodé en el suelo luego de limpiar mis extremidades. Me sentía en paz envuelta entre aquella multitud, en aquel ámbito escuchando las diferentes voces tranquilas y sumamente serenas.<br />
Miraba a cada uno y a cada uno le buscaba sus complejidades y semejanzas con los demás. Mientras más los observaba más me enamoraba de sus rostros y sus diferentes facciones. Eran todos bellos.<br />
Tomás era prominente, fino, delgado. Tenía el cabello corto con unos pequeños risos castaños. Unos cristalinos ojos astrales que al caer el sol encima de ellos se iluminaban y parecían un sendero invisible. Cuando él reía se le hacían unos hoyuelos a los costados de sus mejillas, la mayoría de las veces estaba serio con su ceja derecha elevada. Siempre que hablaba parecía una pequeña campanilla retumbando en los oídos de todos, con sus sabias conclusiones y palabras. Mientras estiraba sus piernas casi pegadas a las de Mayra.<br />
Ella era, de las mujeres, la más alta, la más optimista. Sus ojos eran hermosos visto desde cualquier ángulo, tenía unos rasgos delicados y su piel, oscura como la arena mojada pero con un brillo especial. Su cabello llegaba hasta sus caderas, marrón e irregular. Cuando reía dejaba ver una perfecta hilera de blancos dientes. Al subir el sol por su ventana los ojos parecían dos pequeñas avellanas tratando de acrecentar su claro color.<br />
Natalia estaba a su costado, acariciando su cabello rubio ceniza con sus largas manos. Sus ojos pardos tenían forma de gota colocadas en su ángulo horizontal, una larga y respingada nariz y unos finos labios finalizando con su semblante tan pulcro. Su tés era blanca como la nieve. A menudo se la veía sonriendo; siempre bailaba y nunca dejó de cantar.<br />
Mariano estaba detrás de ella oyendo como las palabras de Delfina salían disparadas por sus labios. De los varones él era el más alto, el más delgado y el más rubio. Tenía el pelo corto, sus ojos eran grandes y poseían una mirada profunda, agraciada y penetrante. Él era el típico chico que por más dolido que este te pinta una sonrisa en el rostro. Nunca dejo de ser cariñoso ni con su propia persona.<br />
Florencia estaba a un lado, cerca de mí. Tenía el pelo castaño muy oscuro, parecía casi negro. A sus ojos le ocurrían lo mismo, eran tan oscuros que parecían el vació de una penumbra oscura, pero a lo lejos se identificaba un radiante brillo en ambas perlas. Tenía una nariz larga, fina y perfectamente recta. Un lunar se posaba justo debajo de su nariz. Era de tés blanca, muy blanca. Ella era alta y enjuta, muy enjunca. Nunca la vi sin dejar se saltar, de irradiar colores en todas partes. Nunca la vi dejar de ser como un arco iris; y cuando ella está triste se nota demasiado, sus ojos se oscurecen más de lo normal y parecieran que no los tuviese, su brillo desaparece, sus comisuras se afligen y recaen.</i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Luz era demasiado madura para su edad. Era buena oyente, pero era devota de Dios, porque lo que a cada rato lo nombraba o comentaba algo hacer de él o rezaba sus palabras. De vez en cuando no sabía cuando callarse, y eso, hería al prójimo. Alta, delgada, de facciones delicadas y hermosa.<br />
Finalicé conmigo. En ese pequeño tramo traté de analizar mis actitudes, como era. Sí sabía que era una persona muy soberbia, haragana, indolente, arisca, pero también reconocía mi lado amigable, simpático, gracioso, dulce, infantil y por sobre todo esa forma de saber quién soy y tenerlo muy despejado en mi mente. Nunca hice algo para perjudicar a las personas y nunca lo hubiese pensado.<br />
-¿Y vos? ¿Tenes más o menos en mente las cosas de la vida? - preguntó Delfina a Tomás.<br />
- Yo pienso que la muerte es un misterio, luego de vivir y hacer lo que nos correspondía en este mundo - respondió Tomás.<br />
-Está bien, pero no todos estamos para hacer algo útil o algo bien... Hay gente que no sabe ni siquiera en donde esta parada -opiné de repente-. Y sobre la muerte... Es lo único verdadero que hay en la vida.<br />
-Sí, pero, hay una conclusión...<br />
-No Tomi, no hay respuesta...- lo interrumpí-. Está la gente ignorante y la que sabe. Si no tenés bien pensado querés hacer con tu vida es lo mismo que no ser nadie, y te sentís solo, envuelto en la tristeza... Y llega la depresión... -tomé aire y hubo un silencio- Por eso te digo que hay gente que no sabe en dónde está parada.<br />
-No me voy a poner discutir, vos pensas de una forma diferente a la mía y además estamos en democracia y hay que disfrutarla. Te respeto y respeto tus... ideales -río y yo igual.<br />
-Gracias -dije mientras sacudía unas migas de galleta que tenía en el regazo de mi vestido.<br />
-¿Damos este tema por terminado o quieren seguir debatiendo? -expresó Mayra.<br />
-¡Olvidate! Ya está más que terminado... Tanto hablar me dio ganas de comer -dijo Florencia estirándose hacia atrás, luego miro a la pareja-. Che, ¿y si se quedan a tomar unos mates?, o lo que quieran - pausó-. ¿Y si mejor no se quedan a comer? ¿Qué les parece?<br />
-Yo no tengo ningún problema -contestó Delfina-. ¿Vos, amor?<br />
-Para nada, me encantaría -se estiró y sonrió.<br />
-¡Bueno, entonces hacemos un asado! -exclamo Natalia.<br />
-¡Sí! ¡Dale! -dijimos todos al unísonos.<br />
-¡Esperen, ¿Luz sigue durmiendo?! -preguntó Florencia.<br />
-Si... -le contestó Mayra mirando su al rededor. <br />
Vio que faltaba Mariano.<br />
- ¿Y Mariano? - preguntó.<br />
-Se fue al baño -le contestó Natalia.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Cuando anocheció mi primera idea fue irme hasta el patio trasero a tocar un rato la guitarra. Sin más ni menos, tomé la guitarra de Mayra, coloqué mis dedos en las cuerdas y las afiné.<br />
-Uh, a ver... -toque un poco y luego agregué- ¡Perfecto!<br />
Mientras la introducción con las cuerdas sonaba, de mi boca comenzó a escucharse una tierna unión de palabras, con adorables combinaciones de frases. Era todo una poesía. Bah, casi siempre en la letra de una canción hay poesía, hay tristeza reflejada en ellas, amor, placer, deseo, inmunidad, mgia, alegría, y millones de sentimientos, expresiones e historias.<br />
-Muchacha ojos de papel, ¿adónde vas? Quédate hasta el alba... Muchacha pequeños pies, no corras más, quédate hasta el alba. Sueña un sueño despacito entre mis manos, hasta que por la ventana suba el sol. Muchacha piel de rayón, no corras más, tu tiempo es hoy... Y no hables muchacha corazón de tiza, cuando todo duerma te robaré un color -pausé porque así la guitarra lo decía- Muchacha voz de gorrión, ¿adónde vas?, quédate hasta el día. Muchacha pechos de miel, no corras más, quédate hasta el día. Duerme un poco y yo entre tanto construiré un castillo con tu vientre hasta que el sol, muchacha, te haga reír, hasta llorar, hasta llorar. Y no hables más muchacha corazón de tiza, cuando todo duerma te robaré un color -volví a hacer sonar solo mi guitarra y luego finalicé.<br />
De repente escuché unos aplausos. Al voltearme vi a Harry, y a su lado Mayra. Sonreí y mis mejillas se tiñeron de un rojo apocado, de un rojo sereno.<br />
-Qué lindo -dijo él.<br />
-Gracias -sonreí, me paré con la guitarra entre mis manos, hasta acercarme a ellos.<br />
Le cedí su guitarra a Mayra, ella la tomo, la puso en posición y comenzó a tocar.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-27650856544054964372011-10-20T12:25:00.000-07:002012-07-26T12:48:31.069-07:00The Dreamers: Capítulo nueve, Tus labios en mi mejilla.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo nueve:</b> <i>Tus labios en mi mejilla.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Estaba en un situación un poco incómoda, no se interactuar más de dos palabras con una persona que apenas estoy conociendo o me gusta, pero lo más raro es que cuya persona de alguna manera llegó a interesarme sin antes haberla conocido profundamente.<br />
Llegó la hora de hablar y no sabía que decir o como aparentar una completa tranquilidad, obviando mi nerviosismo. Un atiborrado maquillaje. Sonreí, de alguna manera tenía que pasar aquella prueba que el momento me estaba colocando. En el silencio de mi sonrisa pude captar un brillo especial en los ojos de Harry, solo se le hacían cuando me miraba y claramente cuando sonreía para deleite mío.<br />
-Y... ¿Bueno? -pregunté sin siquiera haber querido preguntar- ¿Está todo vien con tu novia? -atiné a decir.<br />
-Sí, algo así -pauso-. Digamos que sí... -sus manos se dirigieron a sus bolsillos y sus labios hicieron un gesto, moviéndolos de un costado al otro.<br />
-¿No queres pasar? -no me creía ni yo misma lo que había dicho.<br />
-Sí, me parece pero, ¿molesta si le digo a Delfina?<br />
-¡Para nada! -contesté lo más normal posible.<br />
-Bueno, esparame acá que la voy a buscar -acaricio mi brazo y yo sólo supe mirarlo a los ojos; mi sonrisa se dibujó segundos después.<br />
-De todas formas es acá en donde me voy a quedar esperándote.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Salió corriendo en busca de Delfina, su novia. La encontró charlando muy ordinariamente con un surfista. Era la clase de tipo que se creía divino con todas las mujeres que se le acercaban por sus bien pronunciados músculos gracias a horas y horas de ahogarse en sudor en el gimnasio, su piel exageradamente bronceada y mucha tintura rubia para el cabello; y como excusa colocan una inocente tabla de surf bajo su brazo.<br />Harry la tomó de la cintura y con un ademán muy sarcástico tomó el hombro de aquel muchacho y lo zamarreó en forma de saludo.<br />
Luego inmovilizó a Delfina con la misma mano, desde donde yo estaba se notaba que discutían. De curiosa que soy en aquel momento me hubiese gustado saber qué era lo que hablaban. <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Me pare recta, tomando entre mis manos mi suave y largo pelo, lo acomodé detrás de mis orejas, fue en vano, ya que un fuerte viento lo desordeno creando un remolino en él. Volví a hacer lo mismo por última vez y en cambio recibí un buen cumplido de Harry.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>
-Gracias –dije.<br />
-De nada -acaricio nuevamente mi brazo.<br />
-Hola -dije con mi mirada fija en Delfina.<br />
Ella era alta, mucho más alta que yo pero más baja que Harry, su pelo era rubio un tanto amarronado, largo hasta la altura de sus hombros y con algunas ondas. Sus ojos eran negros y vacíos, no veía expresión alguna en ellos. El color de la dorada arena se confundía con el de su piel.<br />
-Hola, ¿cómo estás? -saludó con una agradable sonrisa.<br />
-Muy bien, gracias... ¿Quieren pasar?<br />
Asintieron al unísono.<br />
Al entrar a la casa, Delfina no dejaba de mirar las pinturas que se hallaban en las blancas y pulcras paredes del pasillo principal.<br />
-Esos los hicimos Mayra, Luz, Natalia y yo -reí por lo tonta que fui-. Ay perdón, no conocen a nadie de esta casa... Hagan lo que quieran, ya vengo, voy a ir a buscar a los demás, ¿me esperan?<br />
-Seguro -dijo Harry, Delfina solo movió su mano sin despegar su vista de los cuadros.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Subí al cuarto de Mayra y le dije que estaba Harry con la compañía de su novia, ella se impacientó y bajo rápidamente al living. Pase por los cuartos de Luz, Florencia y Natalia y solo vi a Luz durmiendo, no quise despertarla y seguí caminando por el pasillo en busca de Tomás y Mariano. Nos los hallé, y para colmo escuchaba los repiquetear de los zapatos de Natalia en los peldaños de la escalera de madera.<br />
Bajé nuevamente y enseguida escuche las risas de Mayra y de las chicas. Como ellas son unas personas expertas en sociabilizar no les costó nada entablar conversación alguna con Harry y Delfina, me puse celosa por ello.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Los vi a ellos reunidos en el sofá, el único mal ubicado era Harry, quien estaba apoyado en el apoya-brazos del diván, lo pase por alto y me encaminé al patio trasero de la casa. Son esas las casualidades de la vida que cuando uno convive armoniosamente con varones, los varones rompen la armonía y buscan herramientas con las cuales bromear de manera molesta a una persona; en este caso una chica, y esa era yo. Para mi ''suerte'' Mariano y Tomás le tenían planeado un charco lodazal arenoso en la parte inferior del lado de afuera de la casa, a alguna que persona que por casualidad -fue mi caso- debiera cruzar al otro lado. Pise el lodo con grumos de arena y caí del lado de adentro, pero mi trasero sufrió varios escalones. Todos reían y yo solo intentaba tomarme del ventanal, ya que mis pobres pies estaban llenos de barro. Las marcas que mis manos dejaron en el vidrio eran de lamentar, estaba todo en un perfecto lujo hasta que una torpeza mía fue a dar a aquel cristal y a las atildadas cortinas.</i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>De repente sentí unas robustas manos que me tomaban por debajo de mis axilas hasta tomar decididamente mi cintura. Estaba segura de que era Harry, ¿quién otro si no?<br />
-¡Son increíbles! -masculló tomando los brazos de Harry haciendo fuerza hacía arriba, así no dejaba todo el peso de mi menudo cuerpo a él.<br />
-¡Decinos si eso no fue genial, Vicky! -exclamó Mariano.<br />
-Sí, buenísimo va a ser cuando tus testículos queden como dos pasas de uvas.<br />Harry comenzó a reír y yo no pude evitar sonreír. Tomás me miro, su mirada me decían más que mil palabras, me marcaban pequeños indicios claros.<br />
-Perdón prima -tomo mi mano y la acarició.<br />
-Sí, perdón Vicky -añadió Mariano en unas milésimas de segundos después de Tomás.<br />
-M.m... Está bien.<br />
-¿Queres que te ayude en algo, Vicky? -pregunto Harry de repente.<br />
-No... Harry. Gracias por ayudarme -pausé mirando al grupo de chicas-. ¡La verdad que fuiste el único que se preocupó! -les grité, luego reí por lo bajo.<br />
-Sos inconcebible.<br />
-Gracias, ¿pero por qué lo decías? Yo sé que soy un completo desastre.<br />
-No digas eso, me dan ganas de matar a las personas que se desprecian o se rebajan de esa forma ellas mismas... -expresó con sinceridad.<br />
No supe que decirle, solamente mirarlo como hace veinte minutos atrás en la puerta de mi gran morada.<br />
-¿Estás viva? -preguntó con un sonrisa y sacudiendo mi hombro.<br />
-Sí... -tomé aire- Más vale que no me mates, porque por más malísima que sea... Supongo que me queda mucho tiempo para mejorar.<br />
-Eso estuvo mejor -beso mi mejilla, lo hizo, y sin previo aviso a mis despistados reflejos.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-15248859639419546862011-10-19T16:20:00.000-07:002011-10-19T16:23:11.838-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7IslQsLQv-YRdFmx-wfbdDwC96zgP0rCiTtlB43iAy69FzWIGh39Gj-SSue5FgVK5YdViEsc6T52hoBXu45-yhxdTdR6rFO9hgzUFVsPCgtJk2y7WHi9Uxe6x0YLqi28pDraWHMtEHKo/s1600/110426_140959.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7IslQsLQv-YRdFmx-wfbdDwC96zgP0rCiTtlB43iAy69FzWIGh39Gj-SSue5FgVK5YdViEsc6T52hoBXu45-yhxdTdR6rFO9hgzUFVsPCgtJk2y7WHi9Uxe6x0YLqi28pDraWHMtEHKo/s1600/110426_140959.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7IslQsLQv-YRdFmx-wfbdDwC96zgP0rCiTtlB43iAy69FzWIGh39Gj-SSue5FgVK5YdViEsc6T52hoBXu45-yhxdTdR6rFO9hgzUFVsPCgtJk2y7WHi9Uxe6x0YLqi28pDraWHMtEHKo/s640/110426_140959.jpg" width="640" /></a></div><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Victoria.</span></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCAjjv3xczxfopSFe8mItm8Ja-X6cZ-xvgqTN_czba-fN1MfhEKnMKPnNsIvWiDB48HdURtzmKhUY8rV64fohicf__dS9RLy85Ad3aRcWmxfTAH6KvBikZRYJGZMAfgJak93UfuB6nOhY/s1600/may.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="398" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCAjjv3xczxfopSFe8mItm8Ja-X6cZ-xvgqTN_czba-fN1MfhEKnMKPnNsIvWiDB48HdURtzmKhUY8rV64fohicf__dS9RLy85Ad3aRcWmxfTAH6KvBikZRYJGZMAfgJak93UfuB6nOhY/s640/may.jpg" width="640" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCAjjv3xczxfopSFe8mItm8Ja-X6cZ-xvgqTN_czba-fN1MfhEKnMKPnNsIvWiDB48HdURtzmKhUY8rV64fohicf__dS9RLy85Ad3aRcWmxfTAH6KvBikZRYJGZMAfgJak93UfuB6nOhY/s1600/may.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCAjjv3xczxfopSFe8mItm8Ja-X6cZ-xvgqTN_czba-fN1MfhEKnMKPnNsIvWiDB48HdURtzmKhUY8rV64fohicf__dS9RLy85Ad3aRcWmxfTAH6KvBikZRYJGZMAfgJak93UfuB6nOhY/s1600/may.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br />
</a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCAjjv3xczxfopSFe8mItm8Ja-X6cZ-xvgqTN_czba-fN1MfhEKnMKPnNsIvWiDB48HdURtzmKhUY8rV64fohicf__dS9RLy85Ad3aRcWmxfTAH6KvBikZRYJGZMAfgJak93UfuB6nOhY/s1600/may.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br />
</a><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Mayra.</span></i></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-70198134515249585332011-10-19T16:04:00.000-07:002012-07-26T12:38:19.319-07:00The Dreamers: Capítulo ocho, Risas.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Capítulo ocho:</span></b> </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Risas.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">La puerta sonó tres veces, luego dos, y luego otras tres más: era una clave. Era obvio que quien estaba detrás de la puerta, era un individuo que media casi un metro setenta y uno, pelo marrón, largo y un poco ondulado, ojos castaño oscuros, grandes y bien delineados, delgada y con un temperamento duro y una desenvoltura explosiva.<br />
Abrí la puerta y Mayra estaba parada mirándome un poco lánguida, su rostro reflejaba preocupación.<br />
-Che, ¿está todo bien? -preguntó alzando su mano y apoyándola en mi hombro. Sentí un escalofrío.<br />
-Pasá -la tome del brazo, la senté en mi cama y con las fotografías de Harry en mi mano me quedé mirando hacía el balcón.<br />
-Mavi... -llamo mi atención- ¿Está todo bien? Me imagino que estarás un poco enojada...<br />
-Fue en el momento. Tiene razón, soy un desastre, el peor de todos. En ese minuto me hirió porque hice un esfuerzo por cocinar el puré, aunque sea aplastar mucha papa, poner leche y mezclar todo -dije rápidamente-. Ahora quiero que veas esto -dije rápidamente.<br />
-Bueno...<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Estiré mi brazo y le di las fotografías. Mientras ella las observaba yo caminé hasta el balcón buscando a Harry con la mirada. No lo encontraba, por lo tanto me di por vencida y cuando estaba por bajar la vista el ímpetu de una joven saltando llamo mi atención. Era su novia, Delfina, y en el centro de su círculo invisible dando vueltas en su propio eje para no despegar la mirada de ella, estaba él.</span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">
-¡Te gusta el vecino! -gritó de repente Mayra, pegando un pequeño salto y poniendo su risa en grave.<br />
-¡Shh! -le repetía una y otra vez con énfasis-. No quiero que medio mundo se entere, ¿te parece?<br />
-Bueno, es que no sé, saber que te gusta alguien es un milagro del cielo Vic -sonrió enfermizamente y cantando decía-. ¡Aleluya, aleluya! -se detuvo y con un brusco girón de cabeza me miro de golpe, y acercándose a mi agregó- Y vos que me decías que nunca te ibas a enamorar.<br />
-Es que no estoy enamorada -la miré con desgano y mis brazos cruzados.<br />
-Ah, solo te gusta... ¡Qué aburrida que sos! -se sentó en la cama con sus brazos detrás, en diagonal, manteniendo el peso de su cuerpo sobre ellos.<br />
-¡No, no soy aburrida! -exclamé tomando la silla del escritorio y sentándome en ella muy apaciguadamente, pero del revés; mis brazos apoyados en el respaldo y mis piernas enrolladas en las patas delanteras- ¿Por qué no puedo no estar enamorada? ¿Acaso alguien dijo que sí o sí me tengo que enamorar de alguien porque si no soy una persona aburrida? Dejá de decir cosas incoherentes-dije en forma burlona.<br />
-Amargada -río- Dale, deja de tontear y decime... <br />
-¿Qué queres qué te diga? -me levanté, estaba muy hiperactiva desde que yo misma saque mis conclusiones acerca de aquello; nerviosa, así estaba.<br />
-Mmm... -suspiró pensativa- ¿Qué le viste? Es precioso, está más bueno que comer pollo con la mano pero yo soy re chusma y quiero saber.<br />
-Lo primero que me atrapo fue su mirada. Es cálida pero fría, por momentos penetrante y a veces es distante; me encanta.<br />
-Mmm, Victoria -bromeó giñando un ojo con su sonrisa perversa, acompañado con un suave tono seductor.<br />
-Mmm, Mayra callate o te mato -bromeé giñando un ojo pero con sarcasmo, acompañado con el mismo tono seductor.<br />
-Que antipática -mordió su labio inferior de manera bufona.<br />
-Ya sé que soy antipática, te felicito por darte cuenta... -la mire de reojo.<br />
-Vení -me dijo después de un minuto que dejamos pasar en un disfrutado silencio.<br />
-¿Adónde? ¿Para qué?<br />
-Vamos a salir un poco a la playa… -me llevó al baño, volteó su cabeza mirando a todas las direcciones, volvió al cuarto y soltó mi brazo; se agacho, abrió uno de los cajones de mi bártulo preferido y haciendo un desorden con mí ropa tomo una bikini completamente azul y dijo:<br />
-Ponetela ya.<br />
-Ni loca, olvidate que me la ponga, no, no… -me negaba, sentándome en la cama con mis piernas cruzadas.<br />
-¡Que sí! ¡Ponetela! –exigía Mayra moviendo sus manos para todos lados.<br />
-No –contesté tranquila.<br />
-Sí.<br />
-No.<br />
-Sí.<br />
-No.<br />
-No –me despistó Mayra.<br />
-Si –dije yo muy necia.<br />
-¡Já! ¡Dijiste que sí, ahora te la pones!<br />
-Sos reverenda hija de Dios –se la arrebaté de la mano y me encerré en el baño.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Me coloqué la bikini, aún sabiendo que las detestaba ya que normalmente iba a la playa vestida. No me gusta el Sol tanto como para que tueste mi piel, la prefiero así de blanca y pálida. <br />Encima de ella me coloqué un vestido veraniego de color blanco. Me sentía mucho más cómoda, sentía que si solo salía con la bikini y sin ningún tipo de paño florido o algo, me vería atrapada en una ridícula y total vergüenza.<br />
-Listo –dije una vez que salí del baño.<br />
Mayra me miro horrorizada.<br />
-¡¿Y ahora qué?! –vociferé haciendo unos movimientos con mis manos.<br />
-¡Querida! –Resopló-. ¡Si te doy una bikini es para que se te vea todo, no para que te tapes!<br />
-¿Qué parte de ‘’soy reservada’’ no entedes? ¿’’Soy’’? o, ¿’’reservada’’? ¿O directamente no entendes? –me estaba frustrando y solo decidí a sentarme a la orilla de la cama.<br />
-Sí, sí, si claro… -contestó irónicamente-. Ahora vamos a salir, dale.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Me tomó del brazo como antes, me hizo bajar las escaleras rápidamente, cada dos escalones.<br />
Cuando nos topamos con la puerta principal Mayra respiro profundamente y me soltó. Salió riéndose prepotentemente de manera innecesaria. Todos se dieron vuelta y yo no sabía si correr a dentro de la casa o humillarme. Elegí humillarme y me tape la cara con la mano. </span></i></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Mayra me codeó en las costillas y por lo bajo me dijo que fingiera una risa escandalosa, de esa forma Harry me escucharía y de seguro querría saber porque estaba riendo con ese aspecto. Al principio no estaba segura de hacerlo pero recordé un chiste y comencé a reír lo más fuerte que pude. Mi risa nasal a la que yo llamo ‘’Risa de Cerdito’’, se hizo presente y gracias a ella Mayra se tentó inexplicablemente. Nuestras risas eran tantas que Harry se dio vuelta, se acercó a nosotras y se quedó observándonos con una sonrisa, dejando ver una hilera de perfectos dientes bien blancos. Un perfecto Rosario, como diría mi abuela. </span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> -Hola –saludo tentado-. ¿Están bien?<br />
-Si… -pude decir yo retomando el aire perdido- Perdón Harry, tuvimos un pequeño atoro de risas…<br />
-Me di cuenta –colocó sus mano en los bolsillos y se dedicó a mirarnos-. ¿Se puede saber de qué reían? –nos brindó una risa muy suave y complaciente.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Mayra me miro sin saber que decirle, pero a mí enseguida se me ocurrió contarle un chiste que una vez mi hermano había hecho en una noche donde toda la familia Cardillo estaba reunida y la ronda para decir ocurrencias era infinita.</span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">
-Es que… -tomando aire- Le conté un chiste a Mayra, ella se tentó y por su risa me tenté yo también. ¿Queres que te lo cuente? –el asintió- Una lombriz ve un plato de fideos y dice: ‘’¡Orgía!’’<br />
-¡Esta bueno! –río.<br />
-Decícelo a mi hermano, si es que alguna vez tenés la suerte de conocerlo –me cruce de brazos sin dejar de sonreír, Mayra se estaba yendo y al darme cuenta de eso giré y le grité- ¿A dónde vas? –Pause - ¿Qué vas a hacer? <br />
-No sé si escuchaste pero me está llamando Mariano –mintió.<br />
-Ah, bueno, entonces entremos –me acerqué a ella pero me detuvo en el instante.<br />
-No hay dos Mayra's, solo hay una y esa soy yo –miro a Harry y lo saludo con la mano-. Permiso,nos vemos…<br />
No sabía qué hacer, estaba en una posición muy desasosegada. No me gustabaa para nada.</span></i><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-29534903320142074732011-10-19T15:31:00.000-07:002012-07-26T12:25:55.336-07:00The Dreamers: Capítulo siete, Tu silueta permanente en mis fotografías.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo siete:</b> <i>Tu silueta permanente en mis fotografías.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Luego de mi repentino beso en su mejilla solo pensé en una cosa, y era regresar a la casa. Me sentía en paz, tranquila, bien vivaz. No como cuando me había levantado; completamente adolorida. Mientras fijaba mi vista en el horizonte una pequeña figura se hizo presente, saltando y abanicando sus brazos. Mis ojos, de soslayo, lo veían como una sombra en principios, pero al darme vuelta vi que se trataba de Mayra, quien me hacía señas con sus brazos.<br />
Acercándome a ella no pude evitar sonreír, es más que común en mí que sonría todo el tiempo gracias a cualquier cosa pero, esta vez sonreía por verla a Mayra y notar que a sus espaldas estaban ellos.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Entre a la casa sin vacilar. Nos dirigimos al comedor y allí estaban todos. Tomás en la punta superior a mí, con su rostro escondido entre sus brazos, Mariano estaba en la punta inferior a mí, jugando con los utensilios. Natalia deambulaba por alrededor de la mesa fijándose si todo estaba en orden, acomodando los platos y los vasos. Florencia, quien estaba sentada entre Mariano y una silla vacía, miraba un punto imaginario. Luz estaba enfrentada a Florencia y sentada en diagonal a Mariano, solo hacía garabatos en una servilleta. Mayra me dijo que se sentaba al lado de Florencia, y yo en el otro lado de la mesa, entre Tomás y Natalia.<br />
Una vez el puré, la merluza, la sal, los aderezos, el agua, el jugo, el agua gasificada, las galletitas de agua y todos bien ubicados alrededor de la mesa, comenzamos a comer. En el tramo del almuerzo hablábamos, opinábamos, nos contábamos chistes y cosas de cómo fue nuestra mañana.<br />
-Hace como un mes, antes de venir a Cariló, me llamo mi prima y me dijo: ''Cuando estés en la costa avisame, así voy'' y yo... -comente interrumpida por Mayra.<br />
-Imagino que le habrás dicho que no, ¿no? -exclamó ella.<br />
-Si no me interrumpieras a cada rato te lo diría... -dije dulcemente e hice un ademán y ella miro hacía su plato nuevamente- Bueno –nos obstante tomé aire y proseguí-. Le dije que no ahora, que viniera cuando estemos bien instalados nosotros... Cuando ya conozcamos bien el lugar -finalicé.<br />
-¿Es Anabella, no? -pregunto Luz.<br />
-¡Sí, es esa! -señalo Florencia-. Me acuerdo que cuando me vio comenzó a imitar mi ''look''.<br />Levanté mi ceja izquierda.<br />
-Bueno, basta -suspiro Mariano acariciando su chata panza, bien satisfecho-. Nati, te re pasaste con la Merluza, muy buena.<br />
-¡Ay, gracias! -sonrió y le dio un mordisco a su comida<br />
-¡Ey! Conste que y también ayudé... -dijo Tomás, mientras me miraba- Y mi prima hizo el puré.<br />
Todos, exceptuando a Natalia y a Tomás me miraron sorprendidos.<br />
-¿Qué? ¿Qué me miran? -pregunte mientras encogía mis hombros.<br />
-¿Vos hiciste el puré, en serio? ¡Dale, no me jodas! -grito Florencia.<br />
-No grites -contesté-. Tampoco soy un desastre total, el puré es algo común, cualquiera lo hace.</i><br /><i>
-Sí, pero vos no sos cualquiera -agrego Luz-. Vos sos ''El Desastre en La Cocina'', o peor diría yo -todos rieron menos Mayra, mi primo Tomás, y obviamente yo.<br />
-Gracias por rebajarme y hacerme sentir mal -me levanté y me fui. <br />
-¡Mavi! -grito Mayra; no me interesó.<br />
-¡Vicky! -mi audición noto la voz de Tomás.<br />
-¡Luz, ¿cómo le vas a decir eso?! Mavi se ofende y es extremadamente sensible... -llegue a escuchar que dijo Mayra, antes de subir las escaleras.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Me dirigí directo a mi habitación y saqué mi cámara fotográfica instantánea de adentro del gran baúl que se ubicaba a los pies de mi cama. No tenía ganas de ir a buscar el equipo de fotografía que estaba en el arcón, al finalizar el modular que se ubicaba en el comedor de la casa.<br />
Tomé fotografías del Sol, del mar, del ventanal de mi cuarto, del balcón de piedra y madera, de la concha de mar y los demás moluscos que había recogido en la arena que estaban esparcidos por mi repisa. También le tomé fotografías a las pocas personas que caminaban en la orilla del mar o a esas pocas personas que utilizaban al Sol como una fuente intensa de calor, tan poderosa, que tostaba su piel. <br />
Con mi segundo ojo (además del diestro verdadero), pude intensificar la mirada. Sin darme cuenta comencé a tomarle fotografías a mi querido vecino, lo hacía inconscientemente. Mientras más fotografías le tomaba, más fotografías caían al suelo de mi balcón. Baje la lente y lo presencié como si nunca en mi vida hubiera visto a alguien más hermoso; lo contemplé de una manera en la que nunca pude apreciar cualquier otra belleza. Se me hacía claro y extraño, pero, yo sabía que algo me ocurría o que algo me había ocurrido cuando por primera vez sus glaucos ojos se toparon con los míos. No estaba equivocada, pero pensaba que entre el día de ayer y hoy hubo algo en él que me atraía de manera brutal. Nunca me había sucedido pero, ¿no es que existe el amor a primera vista? ¿O acaso es solo algo pasajero? Esperaba más que nunca darle erróneamente a mis cuestiones, pero por mucho que yo quisiera estaba claro: me gustaba Harry. O al menos eso creía.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Él estaba ahí, lo sentía como distante, caminando por la ardiente arena. Quería gritar para llamar su atención, y con mucha alegría y énfasis lo saludarlo, quizás por segunda vez en el día. Hasta que para mí descontento aquella muchacha apareció y lo tomó fuertemente del brazo, y notaba que con él hablaba, porque sus comisuras iban de arriba a abajo y de costado a costado. Como no soy una persona discreta, el Sol hizo un reflejo en la lente de mi cámara que luego se reflejó justo en los ojos de Harry, este perturbado por el brillo giró y me vio allí parada, con mi cuerpo encima del balcón, mi cabeza apoyada con todo su peso en mi mano derecha y mis ojos al frente, decididos a observarlo; al percibir mi mirada sonrió y yo, sin evitarlo, hice lo mismo.<br />
Segundos después, alguien llamó a mi puerta.</i></span><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-89369213857137773292011-10-18T13:51:00.000-07:002012-07-26T12:17:15.680-07:00The Dreamers: Capítulo seis, Sobre la orilla del mar.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGfQUTjDRl69pLWnoPQaUA6DWjcJqWVcP-yrQ2kYY-Fl9ZfcfgTwMCC3TyckpeKjkjS7uaaRq7SG4NcGtVLHrneD7dQi6I_RJTW5trlQrcKfjkkzmrqPhBUoJvy3o3T4gceCiWKJJ1qw4/s1600/dasdfas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGfQUTjDRl69pLWnoPQaUA6DWjcJqWVcP-yrQ2kYY-Fl9ZfcfgTwMCC3TyckpeKjkjS7uaaRq7SG4NcGtVLHrneD7dQi6I_RJTW5trlQrcKfjkkzmrqPhBUoJvy3o3T4gceCiWKJJ1qw4/s400/dasdfas.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo seis:</b> <i>Sobre la orilla del mar.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">-¡Mira! Mira lo que son esos sombreros, ¡por Dios! –exclamó Natalia casi exaltada.<br />
-Uh, es cierto, son muy lindos... -nos acercamos y comenzamos a probarnos todos los sombreros de la tienda.<br />
Había un hermoso sombrero de paja con una cinta roja en el medio cortando con tanto color beige, finalizando con un perfecto moño, del cual sus puntas más lisas caían como una lluvia por el borde de la sombrera del mismo. Pensé en que a Mayra le iba a gustar tanto como a mí; no lo dude un solo segundo más y lo compré.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Para cuando había llegado, Natalia y yo descargamos todas las bolsas en la mesa circular de la cocina. Guardamos cada cosa en sus respectivos lugares, y al terminar, yo me dirigí al segundo piso con el sombrero entre mis manos. Caminé hasta el cuarto de Mayra, abrí la puerta y estaba todo en perfecto orden, dejé el sombrero arriba de su cama. Su cuarto era espectacular: las paredes eran blancas como las demás, su cama era de dos plazas, muy acolchonada, con base de madera. Su superficie repleta de almohadas, y en el suelo, a un costado se encontraba una alfombra de terciopelo bordó. Luego, una mesa de luz a su lado con un velador apagado. El ventanal estaba cerrado y hacía un poco de calor, me acerqué, junté mis manos y con fuerza deslicé a un costado el gran ventanal de vidrio cristalizado. Una brisa fría me paralizo e hizo volar algunas hojas del escritorio de Mayra. Las junté una por una sin leer su contenido, las dejé nuevamente en el pupitre, di la vuelta y me marché como cuando entré. <o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Cuando salí del cuarto de Mayra me encontré frente a la puerta de mi habitación entre abierta, me pareció bastante raro ya que yo siempre la mantenía cerrada. Entré. Mi ventanal como siempre abierto y dejando penetrar una fresca ventisca en el ambiente, pero detrás de esas danzantes cortinas vi una figura masculina. Al mirar vi que se trataba de Tomás, parecía afligido. Lentamente me acerqué y lo abracé por detrás; pude percibir su sonrisa delante de mí.<br />
-¿Por qué el abrazo, Vicky? -acarició mis manos.<br />
-¿Por qué estas así? -dejó de acariciar mis manos, soltó mis brazos, dio la media vuelta y lo encontré parado frente a mí con sus ojos fijos en los míos.<br />
-Porque amo mucho a una persona que posiblemente no tenga ni la más pálida idea de que la amo mucho... Y vos sabes a quien me refiero, o no, no sé -pauso y dio un largo y fuerte suspiro, entre tanto volvió a mirar hacia el mar-. Estoy loco y completamente enamorado de Mayra, pero yo ya sé que para ella yo no soy nadie, ya no más. Apuesto a que me supo olvidar, ¿vos te acordas de cuando estuvimos de ''novios’’?<br />
-¿Cómo no acordarme?, si la primera vez que se dieron un beso se fueron mínimo una cuadra lejos de mí y de Mariano. Estábamos en la secundaria. Mariano y yo no sabíamos dónde meternos ese día, ¡no nos conocíamos del todo bien! -reí y Tomás hizo lo mismo- ¿Y por qué viniste a mi cuarto?<br />
-Por qué... Sos mi prima y sé que me das permiso de entrar a tu habitación aunque no estés... Ah, y porque tenes balcón y sé que mis secretos quedarán en el fondo del mar -sonrió tiernamente, yo me hice de puntitas de pies y besé su mejilla.<br />
-¿Bajas conmigo? Dale que Nati y yo vamos a cocinar -el me miró con un ceja arriba y yo reí- Sí, sí, ''vamos'' a cocinar -sonrió nuevamente y bajamos a la cocina con Natalia.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Al llegar, un estrepitoso grito nos distrajo.<br />
- ¡Tomi! –Vociferó Natalia y lo abrazo fuertemente- Parece que no te hubiera visto hace como un año -los tres nos miramos-. En fin -agregó Natalia y comenzamos a reí enfermizamente.<br />
Al poco rato vi como Tomás y Natalia cocinaban la Merluza, mientras yo hacía el puré, controlada y bajo el mando de Natalia, ya que La Inservible Victoria era un desastre en la cocina, más vale perderme que tenerme allí.<br />
Después de hacer el puré, adornar la mesa del comedor, barrer el piso de la cocina, limpiar el harina que cayó accidentalmente en el suelo, el pan rallado todo esparcido por la mesa, tirar al tacho de basura las cascaras de las papas y lavar los recipientes que habíamos usado, me fui a observar más de aquel panorama que esta mañana me fue imposible de apreciar. Desaparecí de la cocina y me guíe hacia la playa, pero pensaba volver luego.<br />
Llegué a una de las puntas, en donde comenzaba Pinamar, si mal no recuerdo. Metí mis pies en la orilla, al darme cuenta de que había una bandera roja marcando el límite entre playa y playa. Caminé hacia atrás y tropecé con una concha de mar, la tomé entre mis manos y transité nuevamente hacía mi casa, por decirlo así, en realidad seguí de largo. Me di cuenta de que estaba pisando el territorio de Harry, mi vecino. Me hice a un lado y deambulé por la orilla, pateando la espuma que se acumulaba en ella, y unos cuantos granos de arena también. De tanto patear caí al suelo; había mojado toda mi espalda y no me importaba, me quede sentada allí unos cinco minutos, y cuando estuve a punto de levantarme para poder irme alguien dijo:<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">-Te vuelvo a ver -giré a mi derecha y vi a Harry sentado a mi lado con la vista al frente.</span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">
-Es cierto -tomé aire-. Yo ya me iba, ¿eh?<br />
-Está bien -bajo la mirada y comenzó a jugar con la arena, tomándola entre sus manos y viendo como esta se filtraba entre sus dedos, como a un tamiz. <br />Luego subió la vista, se quedó observándome por un rato largo, a la vez que yo sacudía la arena que se había pegado detrás de mí pantalón.<br />
-Hasta luego -saludé.<br />
-Sí, hasta luego... -contestó.<br />
Palmee mis manos llenas de arena y me di cuenta de que me faltaba la concha de mar. Resoplé y con pasos largos me dirigí de nuevo. Harry seguía ahí todavía, mirando a ningún lugar.<br />
-Disculpá -me acerque; él elevo la vista a mí-. Me olvidé eso -señale mi concha de mar- ¿Me la darías, por favor?<br />
-Si, ¿cómo no? - la tomo y se paró. <br />
Era alto, muy alto. Sus ojo brillaban, una música sinuosa se hacía presente a cada pestañeo que el daba, me sentía extraña al ver esos claros iris. Depositó el molusco de clase bivalvo en mi mano izquierda y yo sentí el tacto de su suave piel sobre la mía.<br />
-¿Nos vamos a cruzar de nuevo, Vicky? –interpeló con un tono de voz suave.<br />
-Apuesto a que sí -sonreí, cada vez alejándome más. <br />
Pero algo me hizo avanzar; algo que me dijo que me despidiera de él. Y lo hice.</span></i><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-29062618090890313992011-10-18T13:24:00.000-07:002012-07-26T12:09:14.656-07:00The Dreamers: Capítulo cinco, Otro choque repentino.<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b>Capítulo cinco:</b> <i>Otro choque repentino.</i></span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><i><br />
</i></span></span></span></div>
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<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></span></div>
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<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">El sol se posaba por a través de mi hombro, mis ojos aún cerrados y pequeños, y el salado aroma del mar me contemplaba. <br />
Bastaba con decir que era una fresca mañana. El mar proyectaba imágenes, fantásticas imágenes. El Sol estaba en su alto punto, dándole luz a cada rincón penumbroso. Unos pasos provocaron la interrupción a mi preciso estudio de aquella hermosa naturaleza.<br />
-Buenas y Santas, Nati -saludé con entusiasmo.<br />
Ella me miro y no hizo más que eso. Camino apretando su mandíbula, sus pies bien pegados al suelo y sus manos en un vaivén muy apresurado. Aventó la cobija de mi cama y se metió de un saque en ella; yo me la quede mirando confundida.<br />
-Ey, ¿qué pasa? -coloqué mi mano en uno de sus hombros.<br />
-¿Sabes qué pasa? -pauso- Me siento como si se me hubiese caído un piano encima, Vicky.<br />
-¿No tomaste nada?<br />
-¿Tomar qué? -descubrió sus ojos y me miró afligida.<br />
-No sé... Una Buscapina, jarabe, algo que te pare el dolor de estómago... ¿No probaste con un Ibu 400? -me levante de la cama, e incliné mi cuerpo de manera a dirigirme al toilette- Yo tengo en el baño, ¿aguardas un segundito? -me fui y no espere su respuesta.<br />
Entre al baño y me mire al espejo. <<Ah que lindo, ¡mi pelo es un desastre!>> Pensé.<br />
Deje de lado mi revoltoso cabello y abrí el espejo. Dentro de él había un cepillo de dientes, pasta dental, muchos peines, hebillas para el pelo, desodorantes, perfumes, un lápiz negro para delinear los ojos, un labial carmesí, rímel, esmalte de uñas y al costado un pequeño bolso negro. Lo abrí y allí dentro se podían ver toda clase de remedios. En el lavabo había un vaso de vidrio; abrí la canilla y lo llene de agua.<o:p></o:p></span></i></span></div>
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<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Con el Ibu 400 en mi mano derecha y el vaso con agua en mi mano izquierda, caminé campante hacia la cama. Deje todo en la mesa de noche y Natalia se sentó para poder tomar el medicamento, de esa manera no se ahogaría con la pequeña pastilla, o con el agua.<br />
-¿Mejor? -pregunté.<br />
-Algo -contestó-. ¿No molesto si me quedo en tu pieza, no?<br />
-No, todo bien Nati... -camine hacia la puerta del baño- Che, me voy a ir a dar un baño y después a ir a comprar al centro, ¿me vas a querer acompañar después?<br />
-Dale -ella sonrió y yo entré por fin.<o:p></o:p></span></i></span></div>
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<br />
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>11:05 de la mañana.</b><i><o:p></o:p></i></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><br /></b></span></span><br />
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b><br /></b></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">No hacía tanto calor, pero al vivir a unos pocos metros del mar el calor no se sentía tan fuerte como de costumbre. Salimos con Natalia; ella llevaba puesto una blusa blanca con mostacillas de madera al rededor del cuello, el pelo recogido en media cola y un pantalón de jean muy corto y en sus pies unas sandalias hindúes de madera con un grabado en arabesco. Yo, en cambio, llevaba puesto una camisa blanca, debajo de ella una sudadera del mismo color, y un pantalón de jean largo hasta por arriba de mis rodillas con un pequeño dobladillo. Iba descalza, no me gustaba caminar por la arena con zapatillas, sandalias o algo por el estilo, pero si llevaba mis alpargatas albas españolas en mano. Mi pelo estaba suelto, largo hasta la cintura, tan oscuro como la arena húmeda o más que eso, esa arena la cual el sol no llegaba a quemar con sus infinitos rayos.<br />
Nuestra travesía por entre las plantas y las miles de variedades de florecillas fue divertida. Me tropecé más de una vez, pero lo tomaba con mucha calma y gracia, Natalia igual.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Cuando pisamos el asfalto era la hora de que mis alpargatas sufrieran el calor de la tierra y el peso de mi cansado cuerpo. Vimos un puesto de verduras y frutas; compramos muchas manzanas, bananas, uvas, peras, tomate y naranjas. También lechuga, brócoli y zanahoria. Esta vez comeríamos sano y algo hecho por la mismísima Mayra; algo como para que Natalia no se echara adolorida en la cama luego de probar el almuerzo.<br />
Cada vez que íbamos avanzando encontrábamos al centro forrado de palmeras, más arena y como es de costumbre, mucha gente. Mi estatura no era de gran ayuda, y, fue por esa razón la cual hizo que atropellara a alguien. Al alzar mi cabeza su rostro se me hizo familiar. ¿Quien más podría ser que el adorable muchacho de ojos tristes? Harry.<br />
-Hola -él sonreía.<br />
-Hola, ¿qué tal? -pregunté, mientras que con la mirada escrudiñaba a Natalia.<br />
-Todo bien... -noto mi expresión-. ¿A quién buscas?<br />
-No importa -sonreí-. Bueno... ¿Nos vemos más tarde?<br />
-Sí, seguro –tomó aire-. Chau -me dio un beso en la mejilla pero yo no correspondí a aquel beso.<br />
-Hasta luego -dije después de unos segundos.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Mis pies pisaban ligeros, y me preguntaba por qué repentinamente decidí decirle que más tarde lo vería. Era algo absurdo, pero lo dije. ¿Estaría nerviosa gracias a su presencia? Además, él no tenía por qué darme un beso en la mejilla, ¿o sí? Me estaba haciendo una ensalada de preguntas que preferí dejar de lado y seguir buscando a Natalia, a quien segundos después hallé hablando con un pescador.<br />
-¿Qué vas a comprar? <br />
-Pescado -contestó y sonrío. <br />
-Que graciosa -reí-. Ya sé que vas a comprar pescado, ¿pero cuál? <br />
-Merluza, tengo unas ganas de comer Merluza desde el día en que llegamos a la costa.<br />
-¿Desde ayer? -asintió con la cabeza- Ah, mira vos que interesante -reí.<br />
-¿Y vos en donde estabas que tardaste tanto?<br />
-Ah -suspiré nerviosa-. Me choqué con un chico, bah, más que chico es un vecino nuestro, se llama Harry... Es la segunda vez que me tropiezo con él -Natalia me miro muy desorientada-. Ah claro, vos estabas dormida -sonreí mordiendo mi labio inferior-. Anoche con Mayra estábamos caminando pero en realidad caminábamos porque habíamos visto a este muchacho, Harry, y queríamos saber qué tal... Así que bueno, mientras íbamos caminando Mayra y yo discutíamos y cuando volví, corriendo desenfrenada y desquiciadamente, me choqué con él y me raspe la rodilla -la señale.<br />
-Ay qué bonito, te hiciste porquería la rodilla con la arena, ¿no? -preguntó.<br />
-Exactamente señorita...<br />
-¿Y qué tal?<br />
-¿Qué?<br />
-El chico... -tratando de recordar su nombre- Harry. ¿Es lindo? ¿Tiene novia? ¿Qué más?<br />
-Sí, no, en realidad no sé... Es lindo la verdad, pero no hay ninguna especie de comunicación más que aquella, ¿por? Además tiene novia y no se fijaría en alguien como yo ni aunque le den mil pesos -observé al pescador: un hombre gordo, alto y pelado. Él parecía estar oyendo la situación mientras pesaba la Merluza en la balanza.<br />
-No digas eso, boba -Natalia me dio un golpe en el hombro, tomó el pescado, lo pagó y nos fuimos.</span></i><o:p></o:p></span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-71267048731320655952011-09-14T20:59:00.000-07:002012-07-26T11:58:30.247-07:00The Dreamers: Capítulo cuatro, Candy.<div class="MsoNormal">
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo cuatro:</b> Candy.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><span lang="es">Al salir de la casa, Mayra y yo no nos hablamos en el camino; ella de vez de en cuando se fijaba que este bien por mi rodilla. No era para tanto, no me dolía como la santísima, pero ardía. Me quedé pensando, oyendo el arrullador sonido del mar. Me tranquilizaba y ponía en paz duda alguna. Me sentí completamente extraña luego de avernos ido de la casa de nuestro vecino, Harry. Sentí su pesada tristeza sobre mis hombros, una gran carga cada vez que me lo cruzara, o cuando lo viera. Era raro saber eso que le ocurría, nunca me pasó algo de esa forma con alguna otra persona.<br />
</span>-Candy, Candy, Candy I can't let you go, <span style="line-height: 115%;">all my life you're haunting me... I loved you to </span><span lang="es"> -cantaba Mayra mientras daba pequeños saltitos en la arena.<br />
</span>-Candy, Candy, Candy I can't let you go, life is crazy... <span lang="es">Candy baby –continúe, despegando la imagen de Harry en mi mente.<br />
-No sos ninguna tonta, ¿eh? Mira cómo te sabes la canción... -comentó Mayra sin mirarme.<br />
-Me la sé porque me gusta Iggy Pop, además porque es una muy buena canción -Mayra sonrío- Vos sos muy evidente, ¿te dijeron? -ella me miro sorprendida- ¿Vos crees que no me doy cuenta de que estas queriendo hacer que nosotras ''volvamos a amigarnos''? -dije totalmente convencida.<br />
-Me sorprendes cada día, mi querida Mavi -reí- ¿Mejor la rodilla?<br />
-Digamos que sí -esas fueron mis últimas palabras en todo el trayecto.</span></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Al llegar el único de pie era Tomás. Se había hecho adicto al Sudoku, me acerque a él, le quité el pequeño libro y en lo que se dice treinta segundos había colocado cada número en cada uno de los espacios en blanco que en el papel se hallaban. Tomás mi miró sorprendido.</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 5pt 0cm;">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> -¿Naciste jugando al Sudoku, Vicky? -pregunto mientras tomaba la lapicera y el pequeño librillo.<br />
-Tampoco es para tanto, es a lo único que se jugar... Y a la sopa de letras también, lo más fácil del mundo -dije.<br />
-Me tenes que enseñar.<br />
-No es cuestión de que te enseñen; es cuestión de práctica -Tomás se colocó en otra postura y prosiguió con lo que hacía antes de mi interrupción.<br />
-Vicky -llamo mi atención mientras colocaba el número 6 entre los números 1 y 3- ¿Mañana que hacemos? Tengo unas ganas terribles de sacar la Reflex 8 y empezar a grabar el mar... Bah, primero que nada, ¿me dejas usar tu Reflex? Di que sí -bromeó.<br />
-Por su pollo.<br />
-Graciela -me agradeció.<br />
-Yo se eso de las palabras rebuscadas, pero que son graciosas. Me las enseño mi hermano Cruz, ¡es un sonso!<br />
-¿Lo de qué? –esbozó desconcertado.<br />
-¿Viste cuando nosotros decimos cosas como ''Permiso dijo un petiso'', ''¿Y bosqué?'', ''Graciela'' -él asintió con la cabeza- Bueno, escucha: ''Holanda, ¿qué talco?'', ''Naranja, ¿y bosque?'' Es ridículo, como mi hermano, cuando se pone así de cómico -reímos.<br />
-Que genio mi primo -lo mire mal-. Ya se, estamos casi en la misma situación... Cuestión de la edad... Es cosa de varones inmaduros...<br />
-Me di cuenta -Tomás me pellizco el brazo, moví la pierna y me pegue la rodilla contra la mesa petiza que estaba en el centro del living- ¡Ay, carajo, por la santa Virgen María y todos los Santos! -gemía del dolor y hacía ruidos con los dientes, mis ojos cerrados forzosamente y mis manos acariciando la rodilla.<br />
-¡¿Qué te pasó?! -se paró y vio como el algodón se teñía de un rojo violáceo.<br />
-¡Me tropecé con un chico en la playa y me raspe muy mal con la arena!<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5pt;">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5pt;">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Enseguida Tomás subió al segundo piso y entro al baño. Para su <<suerte>> estaba Mayra desvistiéndose, ambos se quedaron en silencio y no emitieron ningún sonido. Sin dejar de observar a Mayra y ella sin dejar de observar a Tomás, como pudo, me trajo más algodón.<br />
-Quedate quieta -dijo una vez sentado al lado mío.<br />
Agarró mi pierna y la colocó suavemente encima de las suyas, quitó el viejo algodón con cuidado y de apoco fue poniendo el otro justo encima de mi herida. Luego lo adhirió con cinta y me miro asustado.<br />
-¿Por qué esa cara, Tomi? -baje mi pierna de la suya.<br />
-No sé por qué creo que me vas a dar tremendo cachetazo -se alejó unos centímetros.<br />
-¡Yo no te voy a pegar, loco! -me levante a las puras carcajadas.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5pt;">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
Me fui a mi cuarto a descansar.</span></i><b style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><o:p></o:p></b></span></div>
</div>
<span lang="es" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><br />
</span><br />
<span lang="es" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP00Izx5szuD2OoMpA4GTRyPV24byIUktQIvvdquNbaAaWsJVaD3OovKGjPuUw1qckOSL95QQOCbeKT3xEFXBgRJDpu8d_66Wmyaj3qqPvdk28SXG6czHsjyXfFOKDQGB6ssvTncrEAjs/s1600/1305413279564_f.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgP00Izx5szuD2OoMpA4GTRyPV24byIUktQIvvdquNbaAaWsJVaD3OovKGjPuUw1qckOSL95QQOCbeKT3xEFXBgRJDpu8d_66Wmyaj3qqPvdk28SXG6czHsjyXfFOKDQGB6ssvTncrEAjs/s640/1305413279564_f.jpg" width="480" /></a></div>
<span lang="es" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><br />
</span>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-34884283178526594952011-08-26T06:46:00.000-07:002012-07-26T11:53:10.771-07:00The Dreamers: Capítulo tres, Abracadabra.<div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Capítulo tres: </b><i>Abracadabra</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>-Tenes razón, perdón -suspiró- ¿Están bien? -se acercó a mí y me tomó de la mano, yo la desprecie, pero no fue un desprecio asqueroso o vulgar, sino que lo hice con el más tranquilo y suave modal del planeta.<br />
-Me raspe la rodilla izquierda, y sale sangre -dije un poco impactada.<br />
La manera en que salía la sangre no era muy normal para mí, ya que nunca en mi vida vi tanta sangre salir de mi cuerpo.<br />
-A ver...-Mayra se acercó y sus ojos se desorbitaron- ¡Pero la pu...! ¡Mira lo que te está saliendo de sangre hija de tu madre! -miro al muchacho- ¿Esa es tu casa?<br />
-Si -me miro a mí- ¿Pasamos a ver si tengo algo para ponerte ahí?<br />
-Está bien.<br />
La verdad que no me dolía mucho, para nada, simplemente sentía ardor. <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>Al entrar a la casa él muchacho nos ofreció sentarnos en el mullido sillón que se ubicaba enfrente de una gran chimenea que estaba apagada. El living era vasto, la casa en si era grande; tenía una escalera que lo conectaba al segundo piso. Me imagino que allí estarían las demás habitaciones, exceptuando el comedor y la cocina, estas habitaciones se encontraban en planta baja. Desde afuera no parecía esa calurosa inmensidad. Era acogedora: las paredes pintadas de un color beige, muebles de madera en cada pared, cuadros muy elegantes, una taza de té arriba de la mesa, el techo de madera y ventanas pequeñas a lo vertical en la pared frontal; era una bonita casa costera. Era tan llamativa que nunca me di cuenta de que el muchacho estaba arrodillado en el suelo y frente a mi masajeando el hielo en mi pierna, mientras que Mayra colocaba alcohol en un algodón apunto de apoyarlo sobre mi herida.<br />
-Auch -me queje.<br />
-Que dolor, ¿no? -burló Mayra.<br />
-Sí, no sabes... -revoleé los ojos.<br />
-¿Están peleadas? -tomo aire- Perdón que me meta, pero soy muy curioso.<br />
-Sí, algo parecido. Es que somos tan loquitas que siempre que nos peleamos nos volvemos a amigar -contestó Mayra con la mejor de sus sonrisas.<br />
-¿Son hermanas?<br />
-Podríamos serlo pero no lo somos -hiso pausa- Somos amigas, muy unidas.<br />
-Pensé que eran hermanas, actúan como tales. ¿Cómo te llamas? <br />
-Mayra Cortés, ¿y vos?<br />
-Harry -pausó-. Harry Styles -tomo de la mano de Mayra el algodón y lo colocó en mi rodilla, yo solté un gemido de ardor- ¿Te lastimé?<br />
-No, no, para nada... Es el alcohol -baje la vista para observarlo y él me contemplaba de una forma extraña pero muy profunda a la vez. Sentía como si me estuviese clavando miles de alfileres- Por cierto, Harry, tu nombre es muy original.<br />
-Gracias -miro mi herida mientras que colocaba una gasa y la sostenía firme con una cinta- ¿Y el tuyo? ¿Cómo es?<br />
-Victoria Cardillo -toqué mi rodilla, estaba perfecta- ¡Muchas gracias, Harry!<br />
-No es nada... Vicky -todos quedamos en silencio.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">Silencio el cual fue interrumpido por la voz somnolienta de una mujer que bajaba las escaleras a un paso perezoso, causando mucho alboroto entre las maderas de los escalones de la escalera.<br />
-¿Quién es, Harry? -preguntó frotándose los ojos.<br />
-Unas vecinas -se paró y se acercó a ella -Anda. Volvé a la cama que yo voy en un rato -ordenó.<br />
-Está bien –formuló ella con un tanto de apatía.<br />
Harry volvió a nuestro lado. Yo estaba parada junto a la puerta, la llegada de aquella mujer de alguna forma u otra me hiso sentir una intrusa.<br />
-¿Ya se quieren ir? No tengo problema, claro... -su voz ya no sonaba tan dulce como antes.<br />
-¿Pasa algo malo? -pregunté enseguida.<br />
-No empieces son tus instintos de bruja... -resopló Mayra cruzando sus piernas, una encima de la otra.<br />
-¿Cómo instintos de bruja? -preguntó él, algo desorientado.<br />
-Sí. Sueño cosas que van a pasar pero no son siempre exactas, o cuando estoy con una persona que recientemente conocí estudio su rostro, la forma en que se expresa con la mirada u obviamente con sus rasgos faciales y el lenguaje corporal, y me doy cuenta rápidamente de las cosas, como son o hasta que les pasa... ¿Te parece raro? Para mí no, creo que es normal.<br />
-¿Y vos que crees que me pasa a mí? Mejor dicho, ¿qué crees vos que me pasa a mí con Delfina? -se acercó a mi muy fisgón y se sentó en uno de aquellos sillones individuales- Noté como nos miraste -yo me quedé estática.<br />
-No te lo quiero decir, no estamos en total confianza y por ahí no acierto y te enojas conmigo, no sé... -me acerque más a la puerta, fui muy discreta.<br />
-Dale, no pasa nada -me sonrío para hacerme saber que todo estaba bien.<br />
-Bueno -tomé aire- Vi tu forma de decirle que se valla y como la miraste a ella... Y... ¿Viste cuando nos chocamos? Lo primero que me llamo la atención fue la tristeza en tus ojos. Yo pienso que ya no se aman o que todavía vos la seguís queriendo pero ella te trata mal o... -me di cuenta que la sonrisa que había dibujado antes en su rostro se estaba borrando, mientras su mirada apartada me hizo detener- ¿Estás bien? -él no respondió- ¡¿Ves?! ¡Ya hice lío! No tenía que a ver hablado, que tonta que soy -me acerqué a Harry como pude me arrodille- Perdoname, no quería hacerte sentir mal, en serio... Ahora me siento como la peor cosa del mundo -mire a Mayra pero la tenía parada al lado mío con su mano izquierda apoyada en el hombro derecho de él.<br />
-Sos increíble la verdad... Sos una bruja, en serio -sonrió y yo me sentí muy aliviada.<br />
-Pero, ¿no te enojaste o algo por el estilo? Es que no sonreías, no tenías expresión alguna en tu cara y lo primero que se me cruzo por la mete fue <<Me va a mandar a comprar escarabajos dorados a la China...>>.<br />
-No, nunca lo haría... -miro su reloj- Ya es tarde y le dije a Delfi que iba a subir con ella...<br />
-Es cierto, y nosotras dejamos solos a los chicos. Anda a saber que quilombo están haciendo -dijo Mayra.<br />
-No se dice ''quilombo'' Mayra, es de mala educación<br />
-Bueno, che, perdón... No lo hice a propósito -mordió su labio inferior y dio la media vuelta.</span></i><o:p></o:p></span><br />
<span lang="es"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">¿Tanto se enojaba cuando la corregía?</span></i></span></div>
</div>
<span lang="es" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<span lang="es" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<span lang="es" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif;"><br />
</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinDGTV9dRrKT22L8SSqEl-rMd9753x6vmtnF7Nao-7x9N3a5RjoN6pELsXc37Xs0Cqc7Klq60yhc1l2gfP787F_cBWjOciagIo70zByMCr7aineve33mWnthNqlM7R9QDXLU-TX8SvGaM/s1600/1300407189118_f.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinDGTV9dRrKT22L8SSqEl-rMd9753x6vmtnF7Nao-7x9N3a5RjoN6pELsXc37Xs0Cqc7Klq60yhc1l2gfP787F_cBWjOciagIo70zByMCr7aineve33mWnthNqlM7R9QDXLU-TX8SvGaM/s400/1300407189118_f.jpg" width="400" /></a></div>
<span lang="es" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri, sans-serif;"><br />
</span></span>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-90975861568047331522011-08-21T21:53:00.001-07:002012-07-26T11:43:30.188-07:00The Dreamers: Capítulo dos, Un choque inesperado.<div class="MsoNormal" style="margin: 5pt 0cm;">
<div style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><b>Capítulo dos: </b><i>Un choque inesperado.</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><i> </i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="es" style="font-size: large;">Eran las doce y un minuto de la noche, estábamos todos completamente aburridos. Lo único bueno que se me ocurrió en el momento fue salir de la casa y sentarme a los pies de la pequeña escalera a meditar sobre el día o a pensar en varias cosas cotidianas de la vida. Mayra me siguió después de dos minutos con un cigarro en la boca. Me dijo que Natalia se sentía mal y que se había ido a acostar, Florencia se estaba duchando, Luz lavaba los platos y Tomás jugaba al Sudoku en el living mientras que Mariano hacía torres con las cartas del póker. La casa estaba en completo silencio.<br />
Volteé la cabeza para mirar otro horizonte. A lo lejos pude ver una casa, todas sus luces estaban encendidas. Forcé mi vista y pude fijar a un joven internándose en las olas. Mayra vio mi distracción y comento:<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="display: inline !important; line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="es" style="font-size: large;">-¿No te parece que vallamos? Estoy muy aburrida; quiero hablar con alguien más, conocer a alguien más. ¿Qué decís vos? </span></i></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><i></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="es" style="font-size: large;"> -A mí me da lo mismo... -pause y tomé aire- Además caminar diez metros no me van a matar -me levante, estire mi mano para que Mayra se pudiera levantar, está la tomo y cuando se levantó limpio su pantalón lleno de arena.<br />
A medida que íbamos caminando, el cigarrillo puro de Mayra se iba consumiendo. Al darse cuenta de que ya no había más que aspirar, lo arrojó a la arena y lo enterró en la misma con su pie. Seguíamos caminando.</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="es" style="font-size: large;"><br />
Estábamos a dos metros de la pequeña morada de aquel extraño, nos miramos decididas y avanzamos. Pasamos cerca de él, atenuamos el paso pero no pretendíamos parar, sino que él nos viera pasar. Cuando giró a observarnos lo único que pude notar de él fue que, tenía el cabello de un color chocolate claro, achinado y largo hasta casi sus hombros, por lo que los llevaba sujetados en media cola de caballo, llevaba puesto una camisa celeste pastel y un pantalón blanco largo con un dobladillo hasta sus pantorrillas. No pude ver bien su rostro, pero si sentí una fuerte mirada de él hacía mí.<br />
-¿Lo viste? -preguntó Mayra disimulando hablar.<br />
-No.<br />
-¿Cómo qué no nena? ¡Pero si lo tenías al lado! -exclamó.<br />
-¡Ya se! Pero no veo un pomo, es de noche y la luz de la luna no le pegaba en la cara... ¿O qué? ¿Queres qué ahora gire la luna para ver si le podemos ver la cara? ¡Dejáte de joder!<br />
-La verdad que no -contestó desafiándome.<br />
-Bueno, bueno, ¿eh? Conmigo te calmas -me había enfurecido.<br />
-¿No te diste cuenta de que estoy tranquila? –hizo énfasis en cada palabra.<br />
-Te felicito -pegué la vuelta enfurecida.<o:p></o:p></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="es" style="font-size: large;"><br />
</span></i></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: normal;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"> </span><div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-size: large;">Mis cortas piernas iban a un paso muy acelerado. No me importaba nada, tanto así que sentí que mi cuerpo era una pluma en el aire que de repente había hecho un choque contra algo. Para cuando me quise dar cuenta me había caído. Me avergoncé, porque había caído encima de aquel muchacho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es" style="font-size: large;">-¡Ay perdón! -la luna y mis ojos dejaron que contemplara su rostro. Me miraba con un poco de tristeza, pero hubo algo que sentí que brillaba; era su sonrisa. Una preciosa y sagaz sonrisa se asomaba ante mis pupilas.<br />
-No te preocupes, no fue nada -bajo la mirada y acomodo su cabeza, de manera que pudiese observar mi rostro- Linda sonrisa.<br />
-Gracias -me aparté del él como pude y me levante. Él hizo lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Unas risas demasiado enfermizas hicieron que girara bruscamente: la muy maldita de Mayra reía desenfrenadamente, como si nunca hubiese visto a dos personas chocarse, o como si nunca le hubiese sucedido a ella.<br />
-¡Mayra, para un poco! -grité- ¿Por qué en vez de reírte no preguntas si estamos bien? -me agache y comencé a limpiar la arena que se había pegado a mis piernas.</span><o:p></o:p></span></div>
</i></span><div style="line-height: normal;">
</div>
</div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-25024872027913482542011-08-21T21:45:00.000-07:002011-08-21T21:45:27.779-07:00<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZnoHGiaXrnWbgIi-Fb949qhqeI61ZfllmzRm2mq2XbCX41JAlnQuKXr-ZslxCVZLbx8j6dfq4F5Dsf8-tbMGWQz2BV6SVPlZGgG6Yb7paP0NzfGD4ft_wBxQTR68Ka8l8ZFkp1-wgg5I/s1600/boa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZnoHGiaXrnWbgIi-Fb949qhqeI61ZfllmzRm2mq2XbCX41JAlnQuKXr-ZslxCVZLbx8j6dfq4F5Dsf8-tbMGWQz2BV6SVPlZGgG6Yb7paP0NzfGD4ft_wBxQTR68Ka8l8ZFkp1-wgg5I/s400/boa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br />
</td></tr>
</tbody></table><br />
María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8025200420509242374.post-37881541046792968292011-08-21T21:42:00.000-07:002012-07-26T11:39:41.241-07:00The Dreamers: Capítulo uno, Cariló.<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><u><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;">The Dreamers.</span></u><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
<br />
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;">Autora:</span></b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> <i>María V. Cardillo</i> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 5pt 0cm;">
<div style="line-height: normal;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;">Dedicatoria:</span></b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> <i>A Michael Joseph Jackson y a todos mis sueños y deseos en esta vida.</i><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i><br />
</i></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><b>Capítulo uno:</b><i> Cariló.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><br />
</span></span></div>
<div style="line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-¡Dale nena, apurate! ¡No vas a ir a un concurso de belleza, vamos a estar ocho horas pegados al asiento hasta llegar a la costa! ¡Así que no te maquilles tanto! – gritaba la joven de cabello marrón ondulado y largo hasta su cintura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-Dejala, ya nos voy a vengar –comento el muchacho de ojos celeste sentado detrás de aquella muchacha.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-¡Bien, Tomi! –festejo el flaco alto y poco afamado, Mariano.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">Florencia por fin se decidió a salir. Estaba furiosa pero a la vez deslumbraba; sus ojos bien remarcados con una capa exagerada de delineador negro, unas pestañas largas y sus labios rosados. La camioneta se puso en marcha; los jóvenes estaban excitados y entusiasmados por realizar esa gran aventura que disfrutaría y compartirían juntos en una de las más bellas playas de Buenos Aires. Algunos quizás, encontraron lo que llamamos ‘’el verdadero amor’’, otros buscaron aventuras, pero uno en especial quería saber quién es el ‘’supuesto sujeto’’ que gobernaba su cabeza por más de quince años. Pero, no todo ser humano está capacitado para cuestionarse ese tipo de cosas en el sondeo de su vida, el tiempo lo diría. Cada uno tenía tatuado en su sangre el futuro que se podían forman, entre ellos o sin ellos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-Mayra, necesito que estés despabilada en el viaje para procurar que no me duerma –hizo un paréntesis- ¿Sabes qué? ¿Por qué no nos hacemos unos mates? Obvio que sebas vos –propuso la joven al volante con una dulce sonrisa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><i>-Dale Vic, espera que le… -se estiro hacia atrás para poder acomodar su columna vertebral- … que le… pido a Tomás el termo con la yerba y todo eso, ¿dale? -se estiró hacia atrás y Tomás le cedió el termo con e mate.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-Sí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-Listo, ¿arrancamos nuestro sueño?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-¿Qué te parece? –dijo la áurea sin dejar de mirar al frente con una sonrisa en su faz.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"> * * *
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">Estaba muy excitada por pisar el mar y sentirme parte de él, libre, observando todo punto que mis ojos alcanzaran. Mientras los chicos, Mariano y Tomás, bajaban los bolsos y las chicas se instalaban, yo pegué una vuelta a la redonda a la casona. Me dijeron que nos pertenecían una milla y media de mar solo para nosotros, del perímetro teníamos 10 kilómetros del lado izquierdo de la casa, y del lado derecho unos 20 kilómetros, obviamente nosotros podíamos hacer lo que queríamos solo en esos 30 kilómetros. Caminaba del lado Oeste de la casa, y tirados o enterrados en la arena encontraba pequeños caracoles de diversos colores. Observaba atenta, y al ver que había muchos de ellos regrese a la casa corriendo para tomar un balde e ir juntándolos a medida que yo iba avanzando.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">Al llegar a la casa me tropecé con Tomás, quien me miró con una sonrisa y sus bellos ojos cósmicos me miraron con profundo cariño. Ambos nos reímos por el choque; él siguió bajando los bolsos y yo me encamine al segundo piso de la casa en busca de un balde, pero más que nada en busca de Mayra, ella sabía en donde estaban las cosas de limpieza más que nadie.<br />
-¡May! ¡Mayra! –gritaba mientras subía las escaleras.<br />
-¿Qué pasa mi amor? –preguntó desconcertada saliendo de su cuarto, al parecer.<br />
-¿De casualidad no sabes en donde hay un balde?<br />
-Fijate en… En el coso ese que está al lado de la heladera –suspiro- ¿Viste que hay como un armario chiquito? Bueno, ahí adentro metí todo eso –sonrió- ¿Para qué lo queres?<br />
-Ah, estoy juntando los caracoles que veo en la ''playe'' –la lengua se me había trabado, y cuando eso pasaba me ponía histérica- ¡Dios! - vociferé rechinando los dientes a medida que baja las escaleras.<br />Mayra reía por mi acto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">Bajé las escaleras a galope, sosteniéndome de la baranda de madera correctamente barnizada. Esta tenía un color oscuro, viejo y sucio, a mí me gustaba. <br />
Mi vestido blanco floreado de margaritas en tonos de grises volaba gracias a la brisa que se había avecinado por la puerta principal, mientras que mi cabello seguía intacto detrás de mis orejas. Di un medio giro y quede de espaldas a la puerta de aquel armario pequeño, volteé nuevamente y lo abrí con mucha precisión. Visualice dentro de él un Ace, dos paquetes de papel higiénico El Coloso y cosas higiénicas para nosotros, nuestra ropa y herramientas para reparar algún buro roto, en algún momento indeseado. Al fin encontré el bendito balde, estaba debajo de todo, lo agarré y salí nuevamente. Justo cuando yo salía, entraba Mariano con su cara de nada sosteniendo mi bolso. Le sonreí, pero él no vio mi sonrisa, solo mi cara de todos los días.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;"><br />
Caminaba lo más tranquila posible, el mar me llamaba con sus olas y yo sin duda no pude evitarlo. Miré el horizonte; esa línea en donde la Tierra se encuentra con el Cielo. Me pareció adorable ver a lo lejos, por allá más al Este, un velero navegando cerca de las picudas rocas. La verdad que estaba asustada, ¿y si se estrellaba con las rocas? No, me daba miedo, por lo que miré al frente frescamente, luego al suelo, y me propuse a tomar cada caracol de la limpia y lucida arena.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">Dos horas me llevo recogerlos a todos, me cansé y volví a la casa. Cuando entre Tomás estaba dormido en el sillón, Mayra estaba en la cocina preparando mate, Natalia Limpiaba la mesa y Luz trataba de limpiar por detrás de la heladera. Me sorprendió que no estuvieran ni Florencia ni Mariano molestando a Mayra para que les sebara un mate a uno de ellos dos primero. Por lo que pregunté:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es" style="font-size: large;">-Nati, ¿en dónde están Mariano y Flor?<br />
-Creo que se fueron al centro, yo no tengo ganas de cocinar esta noche, Mayra y Luz menos y Tomás ni te digo… Y vos no sabes, no te gusta y si lo llegaras a hacer no te lo permitiría porque te quedaste ocho horas despierta sin chistar –me sonrió y se apresuró para abrazarme. <br />
Su abrazo fue sorpresivo, no lo esperaba, mucho menos alguien como yo, arisco.<br />
-No es para tanto deforme, mientras no me hinchen las que no tengo con hacer un budín ahora todo bien –comente a propósito, sabiendo que a Mayra le encantan mis budines.<br />
-Ah, ¿no me vas a hacer un budín? Así quedamos vos y yo, ¿eh? –dijo Mayra haciéndose la ofendida, subió las escaleras y yo corrí detrás de ella, subí un par de escalones y la abrace por la cintura.<br />
-Era un chiste cara culica –le di un beso en el cachete.<br />
-¿Viste tu pieza? Vista al mar tal y como dijimos, obvio que con balcón –me agarró del brazo y me dirigió hasta dicho lugar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-style: italic; line-height: normal;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span lang="es"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Era grande, espaciosa y muy peculiar. La adoraba. Las paredes eran blancas, el piso de madera y el techo igual. Tenía un ventanal enorme de vidrio transparente, estaba un poco sucio. Era de esperarlo, estábamos solo a unos metros del mar. La cama era de una plaza, estaba ubicada a la izquierda, en un rincón. Había muchos muebles de pino sin pintar.</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 5.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 5.0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div>María Victoriahttp://www.blogger.com/profile/00641355699292682415noreply@blogger.com0